Girona evidenció que la pareja de mediocentros Juan Domínguez – Álex Bergantiños es insustituible a día de hoy. A pesar de ello el Deportivo sigue líder y prepara el tramo decisivo de la Liga, con enfrentamientos ante los equipos más importantes de la categoría.
La derrota en Girona genera dos ideas claras que sobrevuelan la mente de este columnista. La primera de ellas es que el Dépor es el equipo a batir en la categoría de plata del fútbol español. Da igual que el equipo juegue en Riazor o fuera de nuestro estadio; la realidad es que los equipos salen extramotivados y disputan su partido del año. Esto no debe valer como excusa, y creo que dota de más valor a la gran racha de resultados del equipo a lo largo de la temporada. Eso sí, la derrota muestra que, al mínimo despiste, cualquier rival te roba los puntos. Es cierto que en Girona se acumularon diferentes circunstancias, que contribuyeron a consumar la derrota. La expulsión y el gol de penalti al borde del descanso, los balones estrellados en los postes y la actuación de Dani Mallo.
Mención especial merece el guardameta coruñés. Dani fue clave en la victoria de su equipo, y demostró que tenía hueco de sobra para ser el segundo portero del Dépor esta temporada. Pero eso es otra película.
La otra clave del encuentro residió en nuestra medular. Creo que nadie podía imaginarse en el mes de agosto, que Oltra encontraría en el dúo Juan Domínguez – Álex Bergantiños a la pareja perfecta para buscar el regreso a Primera División. La ausencia de Juan Domínguez destapó algunas carencias en el centro del campo. Álex y Borja son jugadores de corte muy similar, y la transición a la zona de ataque se vio claramente perjudicada ante la baja del canterano. En el banquillo aguardaba pacientemente Juan Carlos, futbolista que, en mi opinión, mereció tener minutos, posiblemente frustrados por la expulsión.
Sin tiempo para el lamento, es el momento de apoyar al equipo en el tramo decisivo de esta temporada. El encuentro ante el Murcia debe servir al equipo para reencontrarse con el triunfo, antes de afrontar el Toumalet. Celta, Elche, Almería y Valladolid serán los rivales que servirán para celebrar el ascenso o vivir un apretado final de Liga. Para los pesimistas, sólo un dato: el equipo ha ganado 15 de los últimos 18 partidos ligueros.