Esa será la impresión que traerán después de su visita a Londres y es que volverán con la impresión de no haber visto nada. Como el que va directamente a un lugar concreto y al regreso recuerda más que lo que ha visto todo lo que no ha podido ver. Y es que la capital del Reino Unido es tan inmensa, con tanto que ver y visitar que la primera vez les servirá de punto de partida para las siguientes.
No les vamos a contar todo lo que ya saben de demografía, centro financiero, ciudad global, lugares históricos y no históricos, visitas con niños, diversión, ocio, cultura, y larguísimo etcétera que sabrán de memoria de tanto consultar. Tampoco les vamos a preguntar sobre motivaciones personales, estas razones son ustedes los que deberán contarlas si lo creen conveniente. Pero hay quién ha ido simplemente porque quería conocer la ciudad donde se desarrolla su novela favorita, la película aquella que le gustó y recuerda con cariño, por la famosa niebla y mil y una razones todas válidas. Una vez elegida la suya y preparado el viaje, con una frecuencia de vuelos apabullante, aeropuertos varios y ofertas que casi les entrarán ganas de dejar propina por lo ridículo de los precios, empiezan la dudas sobre dónde alojarse. Y es que Londres hay que visitarlo en muchas, muchas ocasiones. Lo primero quizás sea ver qué barrio eligen en esta, que ya vendrán las siguientes. Luego empezarán a buscar hoteles y observarán pasmados que hay mucho y no saben por cuál decidirse porque haber hay de todo en cuanto a calidad, tipos y precios. Llegados a este punto, les aconsejamos que recurran al profesional que lo conoce todo sobre alojamientos y tiene las últimas ofertas actualizadas al instante. Parecerá hacer trampas, pero es lo más inteligente y sensato. Visiten Expedia Hoteles y dejen que el especialista en viajes se ocupe del suyo mientras ustedes solo disfrutan y cumplen con su sueño. Razones tienen.