El Deportivo tiene todavía por delante nueve partidos en casa. Un total de 27 puntos que, sumados a los 16 que acumula, acercarían el objetivo de la permanencia.
16 puntos logrados en 22 jornadas. Ese el pobre balance que arrastra el Deportivo de la Coruña tras el último pinchazo sufrido en Coliseum Alfonso Pérez frente al Getafe. Una situación límite para los intereses herculinos que necesitan como agua de mayo un punto de inflexión para remontar el vuelo. Todos los focos apuntan ahora al choque directo que afrontan el próximo sábado los pupilos de Paciência ante el Granada en Riazor.
La cita contra los andaluces será la primera de las nueve finales que tendrán los blanquiazules ante su público de aquí a final de temporada. Traducido en números, un total de 27 puntos que, sumados a los 16 que poseen a día de hoy, sumarían unos hipotéticos 43 que, en condiciones normales, permitirían a la entidad presidida por Augusto César Lendoiro permanecer en la Liga BBVA una campaña más sin tener en cuenta los resultados cosechados lejos de su feudo.
Si se valora únicamente el balance negativo actual, la meta se antoja lejana pero no inalcanzable. Al margen de los granadinos, después aterrizarán en A Coruña las plantillas del Real Madrid, Rayo Vallecano y Celta; tres partidos que a buen seguro dilucidarán el estado psicológico con el que llegarán los coruñeses a final de temporada.
Más tarde, los siguientes en pasar por Riazor serán el Zaragoza, Athletic de Bilbao, Atlético de Madrid, Espanyol y, en caso de dejar los deberes para la última jornada, los deportivistas se lo jugarían todo a cara o cruz con la Real Sociedad en casa. La situación es extremadamente delicada, pero ni mucho menos imposible.