La cita de este viernes se antojaba de vital relevancia para el futuro de Suiza en el Mundial de Rusia y el desenlace positivo para los del deportivista Fabian Schär se hizo esperar hasta el minuto 90. El combinado helvético tuvo que remar contracorriente contra Serbia desde el inicio después de un tempranero gol en contra, pero Xherdan Shaqiri en los últimos compases del encuentro pudo darle la vuelta a la tortilla estableciendo el definitivo 1-2 que, salvo hecatombe, mete a los centroeuropeos en la siguiente ronda.
Pese a lo mucho que había en juego, el cuadro helvético comenzó frío y de ello quiso aprovecharse en todo momento Aleksandar Mitrovic. Omnipresente en los primeros minutos, el ariete del Newcastle se convirtió en un quebradero de cabeza para la defensa suiza, en especial para el deportivista Fabian Schär. Y es que antes de cumplirse los primeros 5 minutos, el delantero le ganó la partida al zaguero en un balón aéreo para poner el 1-0 y colocar a los suizos con pie y medio fuera del Mundial.
Después de haber sacado un meritorio empate en su estreno mundialista ante Brasil (1-1), Suiza empezó a tirar por la borda su gran trabajo frente a su teórico rival directo por la segunda plaza del Grupo D. Los balcánicos dieron continuidad a las enormes sensaciones con las que emprendieron su andadura en el campeonato y a punto estuvieron de dar la campanada en esta fase. El triunfo serbio clasificaba matemáticamente a los de Krstajic Mladen para octavos de final, pero los de la Confederación Helvética fueron de menos a más.
Obligada a remar contracorriente, la selección suiza se desquitó la presión inicial y se puso manos a la obra para salvar la debacle. Las prestaciones de Schär -falto de contundencia en el primer tramo- mejoraron en sintonía con su equipo, que se ganó el gol de la igualada por méritos propios. Fue Granit Xhaka quien hizo justicia con lo mostrado sobre el césped en el segundo tiempo, poniendo el 1-1 al empalar con el alma un balón muerto en las inmediaciones del área.
Un único tanto cambió sobremanera el futuro de unos y de otros. Suiza pasó de tener que afrontar la tercera jornada grupal con opciones utópicas de clasificarse a depender de sí misma. Pero la mejora en el campo no cesó y la remontada se convirtió en una opción real que finalmente se materializó en las botas de Shaqiri, autor del 1-2 al contragolpe y sin tiempo para la reacción.
El futuro de Fabian Schär en el Mundial de Rusia queda ahora en manos de su compañero de club Celso Borges. Con los ticos ya matemáticamente eliminados, el conjunto centroeuropeo tiene muy encarrilado su pase a octavos con cuatro puntos y, en principio, solo debería pugnar por agenciarse definitivamente la primera plaza del Grupo D. Por su parte, Serbia se jugará contra la todopoderosa Brasil su continuidad o no en el torneo.