El verano de 2013 será recordado entre el deportivismo como uno de los más convulsos de su historia, seguramente el que más. Tras un nuevo descenso e inmerso en pleno proceso concursal, la supervivencia del Deportivo mantuvo en vilo a toda una ciudad hasta los últimos minutos de aquel 31 de julio presidido por los nervios y la incertidumbre. Una vez garantizada la participación del equipo en la Segunda División, el consejo de administración por entonces presidido aún por Augusto César Lendoiro se puso manos a la obra para confeccionar una plantilla prácticamente nueva con la que afrontar el reto de un nuevo ascenso, un objetivo que se convertiría en realidad en junio de 2014, y ya con Tino Fernández al frente del club.
Fernando Vázquez asumió la responsabilidad de ensamblar y dar forma a una plantilla plagada de una generación de canteranos liderados por Insua y Luis Fernández que asomaban en un primer equipo en el que Manuel Pablo, Lux y Laure aportaban la tan necesaria dosis de veteranía en momentos tan críticos como esos. La actividad en cuanto a llegadas y salidas resultó frenética y se prolongó durante toda la temporada. Así fue como llegaron futbolistas desconocidos para el gran público como Luisinho, Wilk, Rudy o Culio, y regresaron a tierras gallegas otros con reciente pasado en la entidad, casos de Fabricio, Marchena y Arizmendi. El mercado invernal y el relevo en el consejo de administración terminaron por dar un lavado de cara completo a un plantel que se vio reforzado con los fichajes de Salomao, Toché, Lopo, Sissoko e Ifrán, éste último a pocos meses para el final del campeonato.
Con el ascenso en el bolsillo tocaba abordar una reestructuración del plantel de cara a poder competir con garantías en la máxima categoría del fútbol. El primer verano con Tino Fernández al frente del proyecto se vio sacudido por el inesperado cese del técnico de Castrofeito con la pretemporada apunto de comenzar. En total fueron once los fichajes acometidos por el consejo de administración para arrancar la temporada del regreso a Primera. En la lista de incorporaciones de ese año figuran grandes aciertos como Lucas Pérez, Sidnei y Juanfran, pero también futbolistas llamados a liderar el proyecto y que no dieron el nivel que se esperaba, especialmente Helder Postiga, Cuenca y Medunjanin. Así las cosas la lista de refuerzos se ampliaría durante el mercado invernal con cuatro nuevos jugadores; Borges, Oriol Riera, Helder Costa y Borja López, aunque éste último ni tan siquiera llegó a debutar.
La salvación in extremis lograda en el Camp Nou y un nuevo cambio en el banquillo trajo consigo una nueva y profunda renovación en el plantel herculino de cara a la temporada 2015/2016. En A Coruña aterrizaron diez futbolistas dispuestos a evitar el sufrimiento del curso anterior, que finalmente serían once con la firma de Pletikosa para la segunda mitad del campeonato. El gran rendimiento de los Mosquera, Arribas o Luis Alberto y los buenos resultados cosechados por el equipo hasta el parón navideño invitaban a pensar en el despegue definitivo del proyecto después de muchos años de penurias económicas y constantes sobresaltos tanto en lo deportivo como en lo institucional. Pero resultó ser un mero espejismo. Distintos conflictos en el vestuario condenaron al equipo a una nueva y sufrida permanencia, y supusieron el cese de Víctor Sánchez del Amo. Tocaba dar una nueva vuelta de tuerca a la plantilla.
Hace justo un año Riazor daba la bienvenida al grueso de los nuevos fichajes. Nueve caras nuevas encabezadas por Florin Andone, a las que se uniría Marlos Moreno días después, despertaban la ilusión de una afición que veía como por vez primera en muchos años el Deportivo podía acometer desembolsos de cierta entidad para hacerse con jugadores en propiedad. Sin embargo dos hechos puntuales trastocaron por completo la planificación. El primero de ellos el traspaso de Lucas Pérez al Arsenal en la recta final del mercado estival, que desembocó en la llegada al Deportivo de Joselu y Ryan Babel. Y el segundo fue la marcha del holandés en el ecuador de la campaña. Con todos estos condicionantes Richard Barral vivió un intenso mes de enero que finalizó con las contrataciones de tres nuevos jugadores para el club herculino, Davy Roef, Kakuta y Ola John.
En total han sido 72 los jugadores que han defendido la camiseta del Deportivo en Liga durante los últimas cuatro temporadas, muchos de ellos con apariciones tan fugaces como testimoniales, y con un único superviviente en sus filas, Luisinho. Una cifra nada despreciable que en gran medida tiene su explicación en una economía muy limitada y condicionada por la deuda que arrastra la entidad, que se ha visto agravada por la falta de resultados y una constante inestabilidad en el plano deportivo que ha impedido el afianzamiento de un proyecto sobre el que cimentar el futuro del club. Fede Valverde, Gerard Valentín, Bakkali, Schär, o los hasta ahora inéditos en Liga, Rubén y Saúl apuntan a ser los siguientes en formar parte de un listado que amenaza con seguir creciendo si el equipo dirigido por Pepe Mel no es capaz de dar el esperado salto clasificatorio en esta temporada que está a punto de comenzar.