Mañana, Celta B y Deportivo Fabril, tercero y segundo clasificado respectivamente, se enfrentan en Barreiro en el primer derbi de filiales de la temporada. Y lo hacen con una diferencia de tan solo tres puntos en la tabla. Para unos es la quinta temporada consecutiva en Segunda B, para los otros, la del regreso. Con propuestas atractivas de juego, son dos equipos dominantes que apuestan por llevar la iniciativa en sus partidos, tienen buen trato de balón y en ataque dejan rienda suelta a la imaginación y el talento de sus hombres más creativos. ¿Quién se hará con la posesión del esférico? Analizamos, entre otras cosas, algunos de los puntos fuertes de cada equipo.
Fabril
En octubre analizamos las siete claves del, por aquel entonces, líder del grupo 1: el Fabril de Cristóbal Parralo. Sin embargo, desde aquel día, además de perder el liderato, varias han sido las modificaciones que ha sufrido el filial blanquiazul. Dos cambios de entrenadores, entradas y salidas de jugadores del once, lesiones a mansalva… Repasamos los movimientos.
Gustavo Munúa
En el pasado jugador del Deportivo, Gustavo Munúa regresó a A Coruña para hacerse ahora con las riendas del segundo equipo. Tras una experiencia positiva como entrenador del Nacional uruguayo y otra más negativa en Ecuador, con destitución incluida, Munúa cumplió el sueño de saltar al fútbol europeo. En su staff técnico le acompañan Manuel Pablo, Cristian Berman, el preparador físico Félix Martínez, que inició la temporada con el convenido Laracha, y el entrenador de porteros David Fernández.
Ismael Díaz
Fue el último en llegar, y probablemente el que más ruido hizo al abrir la puerta. Por su convocatoria con la Absoluta de su país, por su clasificación para el Mundial, por el revuelo que genera en las redes sociales… En lo futbolístico, el atacante panameño es una de las noticias agradables del Fabril. Se mueve muy, muy bien con espacios y ya ha sido capaz de desatascar algún partido con su salida desde el banquillo.
Rotaciones forzadas en defensa y muchas bajas
Quique Fornos, One, Diego Caballo… En 13 jornadas, las lesiones provocaron hasta ocho combinaciones de inicio distintas en la zaga fabrilista. Pero ni el hecho de tener que rotar fue una excusa, y los de Munúa siguen el equipo menos goleado del grupo 1, con solo diez tantos encajados (tres de ellos ante el Unión Adarve).
También en el centro del campo, las bandas, la mediapunta y hasta la delantera acumula bajas el ‘B’. La portería es la única posición sin convalecientes. Bicho se operó de un hombro y estará de baja hasta 2018, Luis Fernández sigue frenado por sus problemas de rodilla, Óscar Pinchi y Carlos López han vuelto a sufrir problemas musculares… Con 22 futbolistas en plantilla, el Fabril ya empieza a agradecer la longitud de su plantilla. Y la ayuda, eso sí, de un Juvenil A a tener muy en cuenta.
Celta B
Año I después del ‘Panda Team’
La temporada 2016-17 del Celta B fue una auténtica maravilla. Prueba de ello es que tres futbolistas de aquella plantilla: Borja Iglesias, Gus Ledes y Borja Fernández, están rindiendo ahora a un gran nivel en Segunda. Y otros como Hicham Khaloua están gozando de minutos. Con Alejandro Menéndez al frente, los celestes le disputaron el campeonato de liga hasta el final a dos potencias de la categoría como la Cultural Leonesa y el Racing de Santander. La prematura eliminación en el play-off de ascenso a Segunda no hizo justicia al temporadón del filial. Pero resultados aparte, lo cierto es que el listón para este curso estaba muy alto. Y, hasta el momento, se están superando incluso las expectativas. Con una remodelación casi completa, las nuevas piezas han cuajado desde el principio y se han adaptado a las exigencias.
Futbolistas experimentados en la categoría como el portero Dani Sotres o los centrocampistas Rai Marchán y Dani Molina, apuestas como Jero o Dennis Eckert, fichado este último desde el Borussia Mönchengladbach germano. Y la continuidad de algunos jugadores del curso pasado que en este han tenido que dar un paso al frente y asumir más responsabilidades, si cabe. Una combinación de elementos que ha llevado al segundo equipo celtista a dejarse ver, un año más, por la parte alta. Parte de culpa la tiene su míster: Rubén Albés, un vigués del 85, que dio con la tecla desde el principio. Con una idea distinta de juego, pero transmitiendo otra vez buenas sensaciones.
Barreiro, un fortín
El campo de Barreiro es un auténtico fortín para el Celta B. En siete partidos disputados allí, solo ha dejado escapar cinco puntos: tres ante el Real Madrid Castilla y dos en el derbi olívico ante el Coruxo; sus dos últimos compromisos como local. Antes derrotó a dos clásicos como el Pontevedra y el Toledo, dos debutantes como el Adarve y el Rápido de Bouzas, y a un Sanse con un inicio liguero nada despreciable. Experimentado ya en la liga de bronce, el filial es sabedor de que buena parte de sus aspiraciones pasan por tener unos buenos números en casa.
Goles repartidos
A diferencia del curso pasado, donde Borja Iglesias monopolizó los goles del filial con unas cifras históricas, este año están más repartidos. Juan Hernández lidera la tabla con 5 tantos, le sigue Dejan con cuatro, Dennis Eckert con tres; Pastrana, Agus Medina y Brais Méndez con dos, y el lateral Riki Mangana con uno. La acumulación de jugadores en la zona de tres cuartos ha provocado que en el Celta B no haya un único nombre asociado con el gol.
Nombres propios
Diego Alende (1997): En 2015 ya debutó con Berizzo. Es un central que destaca por su claridad en la salida de balón y su anticipación. Ha sido citado por Unzué para el partido de esta noche ante el Leganés. Veremos si mañana está en el mini derbi.
Rai Marchán (1993): Llegó en verano desde el filial del Real Valladolid. Allí había coincidido con su actual entrenador, Rubén Albés, quien dijo de él que tenía “una mente privilegiada para el fútbol”. No era en vano. Siempre situado en un doble pivote por delante de la defensa, lee el juego a las mil maravillas.
Dejan Drazic (1995): En su día fue firmado para el primer equipo, no tuvo continuidad, y tras una cesión fallida en Valladolid, decidió resetearse y bajar al filial. Marca las diferencias en la categoría. Se mueve muy bien entre líneas, técnicamente es una delicia y destaca por su velocidad.
Brais Méndez (1997): Es la joya de la cantera. Habitual en la rutina y las convocatorias del primer equipo, ya ha debutado en Primera. Es el equivalente a Edu Expósito pero en clave Celta. Al igual que su compañero Alende, ha sido citado para el partido de hoy con los de Primera. Está por ver si mañana repite en Barreiro.
Juan Hernández (1994): Su movilidad arriba es dinamita para el filial celeste. Atraviesa un momento de forma muy dulce. Tras un curso 2016/17 con menos ruido para él, el atacante lorquino ha dado un paso adelante y está sobresaliendo.
En común
El 4-2-3-1
Fabril y Celta B comparten habitualmente esquema. Aunque Munúa ante el Adarve optó por alinear un once con dos delanteros (4-4-2), su equipo estaba (y está) acostumbrado al doble pivote, acompañado por delante de un mediapunta, dos extremos y un delantero, sello insignia de Cristóbal. Le funcionó en Tercera y lo viene haciendo también en Segunda B.
Más plástico es el dibujo del Celta B. Un 4-2-3-1 que se moldea en función también de la adaptabilidad de los futbolistas alineados. La zona de movilidad del lateral izquierdo (Riki Mangana o Pampín) cuando su equipo goza de la posesión de balón es en campo rival. Mucho más arriba que Kevin, el lateral derecho. Siguiendo el dibujo, un poquito más adelante, en la línea de 3, en la izquierda Dejan Drazic tiene tendencia a moverse entre líneas, dejando espacio en la banda al lateral y a la caída de un delantero. Todo lo contrario a Agus Medina o Víctor Pastrana, por ejemplo, por la derecha, más posicionales y pegados a la línea de cal, acumulando más gente. Dos formas distintas de trabajar las dos bandas dentro de un mismo equipo. Con excepciones. Cabe mencionar que ante el Cerceda, los de Albés intercambiaron los papeles: ese día, la banda derecha fue más móvil y la izquierda más posicional.
Bache
Ambos llegan tras romper una racha de varias jornadas sin ganar (tres en el Celta y cuatro en el Dépor). Para los de Munúa, las sensaciones de juego en esos partidos fueron similares al resultado, y el bache (lógico y natural) también parecía afectar a la imagen del equipo, que entremedias tuvo que convivir con un suceso no menor: la salida de Cristóbal. Para los de Albés, la proporcionalidad peor juego-malos resultados no fue tan directa. En derrotas abultadas como el 1-4 ante el Castilla, el equipo recibió un castigo excesivo a tenor de lo visto sobre el césped. Sea como sea, unos y otros llegan a la cita de mañana tras recuperar la senda de la victoria ante rivales de renombre como son Atleti B y Ponferradina.
El papel de los juveniles
Tienen en su Juvenil A el mejor refuerzo cuando las bajas hacen mella en la plantilla. Militantes los dos en División de Honor, coquetean con la parte alta. Hace 15 días, Abegondo acogió el derbi, que se saldó con victoria por 4-2 para los coruñeses. Remontada incluida.
En lo que respecta al Fabril, las lesiones que vienen persiguiendo a la plantilla, y poniendo a prueba el fondo de armario, han provocado las convocatorias de Sito, Ortuño, Jorge Valín o Mujaid. Cuando han tenido minutos, han demostrado que están de sobra capacitados para echar un cable a los mayores.
En el caso del Celta B, dos son los futbolistas, aún en edad juvenil, que llevan desde principio de temporada ejercitándose con el ‘B’. La ausencia de laterales izquierdos específicos precipitó las subidas de Diego Pampín y Riki Mangana. El primero, coruñés del 2000, viene de proclamarse subcampeón del Mundo sub-17 en la India, con la Selección Española. El segundo, un año mayor, emergió este curso y, en ausencia de Pampín por la cita intercontinental, cubrió su puesto. Tan bien le fue, que hasta llamó la atención de la sub-19 y fue citado para unos entrenamientos.
Las puertas del primer equipo entreabiertas
Aunque los canteranos han ido perdiendo protagonismo en el primer equipo (el Celta conserva cuatro en el once habitual y el Dépor no tiene ninguno con ficha de la primera plantilla), el buen hacer de los dos filiales no pasa desapercibido para los entrenadores de arriba. Edu Expósito y Brais Méndez están en la dinámica de trabajo de Cristóbal Parralo y Juan Carlos Unzué. Pero no son los únicos que tocan a la puerta de la élite de manera tan indiscreta. A ellos hay que sumar cuatro nombres más. Los de Francis Uzoho, Óscar Pinchi, Diego Alende y Diego Pampín. Antes de ser destituido Pepe Mel, Francis llegó a disputar dos partidos completos en Primera. Un debut que tiene pendiente aún Pampín, convocado ante el Alavés. Y que ya disfrutó en 2015 Alende, suplente este año ante Las Palmas y convocado para hoy ante el Leganés. Pinchi, sin citaciones aún este curso para partidos oficiales, entrena habitualmente con los mayores y ya debutó en Primera.