En las últimas cinco campañas en Primera División al Deportivo siempre le ha costado arrancar la competición con una línea estable tras la conclusión de las tres primeras jornadas.
Comienza el particular Tourmalet del Deportivo en el mes de septiembre, y los herculinos lo hacen con cuatro puntos en el zurrón, cosechados ante dos rivales –Eibar y Rayo- que, a priori, se sitúan en la otra liga existente en la Liga, esa en la que se sobrevive cada jornada y se sueña cada semana con abrazar la permanencia lo más pronto posible. Ahora, el conjunto entrenado por Víctor Fernández busca ganar solidez tras un comienzo donde los contratiempos en forma de lesiones y la llegada tardía de varios jugadores lastró la preparación durante las últimas semanas de preparación.
Curiosamente, los cinco últimos cursos del Deportivo en la máxima categoría mostraron que a los coruñeses les cuesta tomar el pulso al ritmo de la competición, un aspecto que, aun así, no es inherente únicamente a los blanquiazules. Las dificultades económicas recientes de la entidad provocaron, en parte, que las diversas plantillas de los últimos años no llegasen a cerrarse hasta las últimas horas de mercado, un aspecto que ha llevado a los herculinos a vivir casi una pretemporada perpetua y, en consecuencia, a sufrir una cierta incertidumbre de juego y resultados en las primeras jornadas.
En la temporada 2008-2009, el equipo entrenador por aquel entonces por Miguel Ángel Lotina logró también cuatro puntos al final de la tercera jornada, tras vencer por 2-1 al Real Madrid en Riazor, perder 0-1 ante el Villarreal y lograr un empate a cero en Mallorca. El Deportivo llegaba rodado, tras un atareado verano con la tercera ronda de la Copa Intertoto ante el Hapoel Bnei Sakhnin y una eliminatoria previa de la Copa de la UEFA ante el Hajduk Split para acceder al famoso partido a ida y vuelta ante el Brann noruego.
Al año siguiente, el Deportivo volvió a debutar en Liga ante el Real Madrid, pero lo hizo perdiendo por 3-2 pese a un gran partido de Valerón y Riki en el Santiago Bernabéu. Una victoria ante el Málaga por 1-0 en Riazor y la derrota por 2-3 ante el Espanyol también en A Coruña fueron la antesala a una buena racha de hasta cuatro triunfos entre septiembre y octubre de 2009. Sin embargo, ese buen inicio del curso 2009-2010 fue un espejismo al año siguiente, el del primer descenso. Tres empates en las tres primeras jornadas –ante Zaragoza, Sevilla y Getafe- dieron paso a una caída en picado provocada por cuatro derrotas –tres de ellas seguidas, ante Villarreal, Almería y Real Madrid- y un empate. Cuatro puntos en ocho jornadas.
La historia tuvo trazos de repetirse con la vuelta del Deportivo a Primera en la temporada 2012-2013. El primer partido de Liga ante Osasuna dejó buenas sensaciones, con un 2-0 que desató una ilusión lógica, pero innecesaria por prematura. Tres empates ante Valencia y Getafe precedieron a un alarmante bajón de los hombres de José Luis Oltra, que no fueron capaces de volver a vencer hasta la jornada 10, dejando tras de sí un rastro de cuatro derrotas consecutivas –dos de ellas, ante Real Madrid y Barcelona- y dos empates más, una trayectoria inicial que provocó el hundimiento del Deportivo en la tabla clasificatoria.