El lateral deportivista sabe que hasta ahora el rendimiento del equipo no ha sido el adecuado y aboga por hablar en el campo.
El empate en Riazor ante el Gimnàstic de Tarragona ha dejado un mal sabor de boca en la afición blanquiazul. Pese a que los resultados no estaban siendo los del todo deseados, las victorias como locales bastaban para que el equipo siguiese colocado en puestos de playoff y la hinchada se fuese contenta para casa. Sin embargo, ese tropiezo ha hecho saltar las alarmas y el Deportivo afronta dos partidos consecutivos fuera de su estadio con la necesidad de sumar triunfos.
Uno de los que mayor protagonismo ha tenido en el equipo desde el principio es Laure. El lateral, que se ha aprovechado de la lesión de Manuel Pablo, manifestó ayer en sala de prensa antes de partir hacia tierras andaluzas que es hora de «dejar de hablar y centrarse lo máximo posible sabiendo que el Córdoba es un equipo muy fuerte en su casa». Pese al potencial de los blanquiverdes, el madrileño no firma el empate. «Tenemos que ir a ganar, asumir riesgos e ir a por el partido para hacer bueno el empate» de la jornada anterior.
Tras el encuentro ante el Córdoba, el Deportivo repetirá como visitante el próximo jueves ante el Cartagena, en partido correspondiente a la jornada número 1 de la Liga Adelante y que fue aplazado en su día debido a la huelga de futbolistas. El hecho de jugar dos veces seguidas lejos de Riazor no es razón para Laure para conformarse con los tres puntos de mañana, aunque reconoce que hay que pensar «partido a partido».
En el primero de ellos, los coruñeses tendrán enfrente a un equipo «que está con mucha confianza y que sabemos que va a ser complicado porque están fuertes en su campo». El Córdoba es ahora mismo quinto con 15 puntos, dos más que el Deportivo, y en El Arcángel ha obtenido hasta ahora dos victorias por la mínima y dos empates, por ninguna derrota.
Además, Laure afirmó que ya «no valen excusas» sobre la adaptación a la categoría ya que los de Oltra han jugado «bastantes partidos». En cuanto a su actuación personal, reconoce que «puedo dar mucho más», mientras que señaló que su expulsión en Alcorcón ya está olvidada, pese a que «fue un palo duro y una falta grave dejar así al equipo».