Nunca fue indiscutible para sus entrenadores, pero al polaco Cezary Wilk le valieron 30 encuentros en dos temporadas para ganarse el cariño y el respeto de la afición deportivista.
Fueron tan solo 30 partidos -19 en Segunda División y 11 en Primera- y no llegaron a 2.000 minutos, pero le sirvieron a Cezary Wilk para ganarse un hueco en el corazón de la afición herculina. Así lo reflejan ciertos comentarios en las redes sociales en los pasados días desde que se hizo oficial que no continuaría en el Deportivo. Su generosidad y su trabajo constante sobre el verde y su humildad fuera del terreno de juego durante estos dos años hicieron que el que fuera internacional polaco se marchase de A Coruña con la vitola de jugador desaprovechado.
Muchos pensaban que podría haber sido más importante en ciertos momentos de la temporada, pero los entrenadores lo tuvieron claro. Ni con Fernando Vázquez ni con Víctor Fernández. Wilk finaliza su contrato con el Dépor sin haber tenido la posibilidad de reafirmar su juego y con cierta parte de la hinchada pidiendo su continuidad. Es curioso que, aún teniendo en cuenta nuestro método de puntuación, haya quedado 4.º en la clasificación del Premio Riazor.org tras Fabricio, Sidnei y Lucas Pérez jugando menos de un tercio de la temporada. En Segunda tuvo más protagonismo que en Primera, pero para los entrenadores siempre estuvo Álex Bergantiños por delante en sus preferencias.
Ahora, desde la prensa japonesa, vinculan al jugador polaco con el Cerezo Osaka, equipo que tuvo en su plantilla hace poco cursos al uruguayo Diego Forlán y en los corrillos de A Coruña se comenta si pudo haber sido productivo en el Deportivo 2015-2016. La continuidad de Celso Borges, Haris Medunjanin, Bergantiños y Juan Domínguez cerraron las puertas a su renovación. Nosotros queremos preguntaros si le hubieseis dado a Wilk una plaza en la plantilla de este curso.
TERMÓMETRO DE LA AFICIÓN:
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