El expresidente del Deportivo repasa en una amplia entrevista lo que ha sido un cuarto de siglo al frente del conjunto herculino. Desde su relación con jugadores como Fran, Bebeto o el propio Valerón, hasta el famoso móvil de Lendoiro, pasando por el motivo por el cual volvió a fichar a Jose Ramón.
Poco tiempo ha estado Augusto César Lendoiro alejado del mundo del fútbol. Tras dejar su cargo como presidente del Deportivo, en el que estuvo 25 años de forma ininterrumpida, Javier Tebas lo ha nombrado embajador de la LFP. Unos días antes de partir en un viaje que lo llevará por Indonesia, Malasia y China, el expresidente recordó sus años al frente del conjunto herculino desde el Restaurante Mirador de San Pedro.
Ya han pasado unos meses desde que dejó de ser presidente del Deportivo, ahora es embajador de la LFP, ¿en qué ha cambiado el día a día de Augusto César Lendoiro?
Ha cambiado todo. He dedicado estos meses a poner todo en orden: los papeles, las historias, las notas. En cuanto al puesto en la LFP, es abrir campos nuevos a mi vinculación con el fútbol. Había vivido el fútbol siempre desde el club, ahora empiezo a hacerlo desde las instituciones. Son situaciones distintas y tienes la experiencia suficiente para intentar mejorar las aportaciones que los clubes puedan recibir tanto de Liga como de Federación. Hasta donde llegue, intentaré que sea lo más rentable posible.
¿Ha empezado ya a escribir el libro sobre sus memorias?
Más que nada, he empezado a ordenarlo todo. Mi relación con los jugadores, con compañeros del consejo, con presidentes del fútbol español, con las personas que he conocido en el fútbol internacional. El día a día desde que se inició mi relación con el fútbol cuando era muy pequeño, cómo aprendí a leer en un Marca… Infinidad de cosas que lo puede hacer interesante para la gente. No es fácil que haya alguien que haya llevado durante 50 años el cargo de presidente de fútbol y 25 ligado al Deportivo en la LFP. Después de Santiago Bernabéu, el siguiente soy yo. Él era un crack auténtico, que también lo era del Madrid.
¿Y las famosas operaciones de rodilla y cuello?
Eso va más lento, está a la cola. Espero que en otoño me de tiempo a ir a un sanatorio y decir «tenéis dos días para chapa, pintura y tapizado», aunque no lo veo muy cercano.
¿Echa de menos lo de sentarse en el palco 25 años después, o todavía no le ha dado tiempo a tener morriña?
La silla eléctrica esa es auténtica. No lo echo en absoluto en falta, más bien todo lo contrario. Lo veo desde casa y sufro desde el sillón. Ya puedo dar gritos y animar para que el Deportivo gane, además de celebrar los goles. Antes esos momentos no podía celebrarlos, pocas cosas hay tan duras como estar sentado en un palco de fútbol. Conozco situaciones difíciles, como cuando estuve en política, pero no tiene comparación. El fútbol es único. Lo que sufren los aficionados, es multiplicado por no sé cuántas veces. El presidente no tiene a quien ponerle la culpa; si se la pone, está equivocado, ya que le van a hacer responsable a él.
¿Todavía no le apetece regresar a la que fue su casa?
De momento no, no es bueno. Hay que asentar una época nueva, que es lo que la gente quería. Necesitaban un cambio en la dirección del Deportivo. Es bueno que se acostumbre Riazor a que hay un nuevo Consejo, nuevo presidente y que no haya división de opiniones. Todos tenemos que luchar en la misma dirección. Habrá sectores que después de tantos años piensen que eras único y otros que piensan que menos mal que me marché. Todo esto necesita un poso. El fútbol decimos que es un sentimiento, pero ese sentimiento se alimenta día a día de la forma en la que hablamos las cosas. Me gustaría que por encima de todo, el Deportivo no sufra ningún tipo de división por pequeña que sea. La vida ha cambiado, el Deportivo tiene nuevo Consejo y ese es el que necesita el apoyo, al igual que el entrenador y los jugadores.
¿Qué le dice la gente por la calle?
Noto muchísimo cariño, pero no solo en A Coruña y en Galicia, es en toda España. En la misma nota que la LFP emite cuando me emite embajador de la Liga para el mundo, se nota ese cariño. Ahora que ya no eres competencia de nadie, me ven como una persona que ha tenido esa época de ser el máximo dirigente del Deportivo, la gente se acuerda y te habla de que en el fondo todos los españoles son un poco deportivistas. Casi todo viene derivado de cómo se han hecho las cosas en general y del penalti de Djukic. Eso hizo al Deportivo universal, y segundo o tercer equipo de los españoles. Fue injusto, triste y duro, pero por encima de todo supimos reaccionar bien.
¿Cómo se llega a ese momento de levantarse un día y decir: ‘señores, hasta aquí hemos llegado’?
Había tomado la decisión mentalmente al terminar la Junta de Accionistas. Ese día por la noche hay una realidad, la gente quiere un cambio y hay que dárselo. No podíamos dividir al deportivismo, estaba fracturado y había que intentar recomponer esa situación. He intentado que nadie piense que me escondo o me escapo, me he presentado a esa situación y entonces vimos que habría una lucha fratricida peligrosísima para la unidad del Deportivo, así que lo mejor era no presentarse. Se iba a producir una victoria pírrica, mínima casi seguro y el deportivismo iba a quedar fracturado. Tomo la decisión a nivel personal y lo comenté con las personas más cercanas. Todo el mundo se dio la cuenta de que era lo que teníamos que hacer.
“Un día lo llamé por la mañana y me dijeron que hasta las cuatro no se levantaba”. Palabra de Ángel Torres, presidente del Getafe. ¿Cuánto de cierto hay en esta frase? ¿Sus hábitos cambiarán al ser embajador de la LFP?
-Risas- Suelo dormir ocho horas. Normalmente digo que tengo turno de noche, que es el que en las empresas se paga más porque nadie lo quiere, y a mí me encanta. ¿Por qué? No tienes a nadie llamándote a la puerta, por teléfono, ni nada por el estilo. Todo el mundo está durmiendo salvo los que están a ese tema. Me ha dado muy buen resultado para hablar con intermediarios, para seguir jugadores que están al otro lado del charco. Hay muchos casos que les hemos ganado por la mano mientras ellos estaban durmiendo, nosotros estábamos muy despiertos haciendo la gestión. No quiero dormir más de ocho horas, pero tampoco menos. Entiendo que es suficiente, bueno, y que te permite estar el resto del día relajado.
Usted destaca siempre los fichajes de Valerón y Bebeto, ¿mantiene relación con ellos?
Con Bebeto un poco menos, pero siempre que tengo la oportunidad intento hablar con él, o cuando viene se pone en contacto conmigo para quedar a cenar con él y a la mujer.
Hablo mucho con Valerón y con su hermano, Pedro. De hecho, Valerón no pensaba terminar su carrera en Las Palmas. Cuando se despide del Deportivo, incluso pide que yo esté en la rueda de prensa. Pensaba irse a un fútbol más llevadero como el de Estados Unidos o Catar, donde le habían dicho que había posibilidades, pero al final se da cuenta que eso no ocurre. Al final, yo creo que no se animó a volver a Coruña después de haberse despedido. Se quedó en su casa, donde se inició. Todos sabemos lo que es la familia para Valerón. Es de mala fe pensar que Valerón se haya ido mal, es totalmente falso. No hay ninguna razón para pensar así.
¿Con qué futbolista se quedaría de todos los que ha fichado?
Sería con Valerón por todo lo que ha representado para el deportivismo. Los dos somos géminis, y no se si eso trae una relación mejor de sentimientos. Valerón se entregó en cuerpo y alma al Deportivo, él y toda su familia. La madre, que había pasado momentos difíciles tanto en Madrid como Mallorca, en A Coruña estaba feliz. A Valerón todo el mundo le quería. Bebeto era ese niño cariñoso que rebosaba felicidad y lo hacía todo bonito con la gente. Valerón, a mayores, le dedicó muchísimos años al Deportivo. Nunca pidió nada que no le correspondiese. No renunció a lo que le correspondía, pero evitó solicitarlo a cambio de pedir el descenso del equipo. Lo que es de cada uno, lo debe recuperar cada uno. Sin renunciar a sus derechos, Valerón jamás antepuso su derecho a que el club pudiese descender.
No se si sabrá, que el animal mitológico favorito del deportivismo es el móvil de Lendoiro…
Ahora cobrará vida, no me queda más remedio. Hasta donde pude, aguanté.
¿Qué se le viene a la cabeza viendo esta imagen?
Es la foto de la boda de José Ramón. Estaba en campaña política, llegué a esa boda sobre las cuatro y ya estaban comiendo. Había sida una comida de esas de boda auténtica. De hecho, traje a José Ramón de vuelta al Deportivo para que estuviese pendiente de Fran. No ficho a José Ramón para que haga cosas, ya sabíamos cómo estaba, la prueba es lo que jugó. Lo traje para que cuidase de Fran, que estaba saliendo mucho por las noches.
De hecho, quise fichar al hijo de Fran de forma insistente. Le di la orden a Miguel Gamallo y a los de la cantera, algo que no hice con ningún otro jugador. Llegué a mandarle cartas al Montañeros. No se quiso incorporar, pero yo no tengo nada en contra de Fran, otra cosa es que haya unas realidades. Recuerdo que la madre de Fran vino a algún acto después de recuperar a José Ramón para el Deportivo a darme las gracias. La relación con la familia fue fenomenal, luego hubo problemas por los temas que todos conocemos. Se habló, se actuó y ahí quedó la cosa. La realidad es la que cada uno ha dicho, luego que la gente lo valore.
Las versiones que tengo sobre el hijo son muy buenas, no solo como jugador, como estudiante y persona. Por eso hacíamos el esfuerzo, pero el problema es que Fran pedía que jugase dos categorías arriba. Eso no se lo puedes pedir a ningún entrenador, por muy bueno que sea. Igual luego juega tres y no dos, pero esas son las versiones que tengo yo. No tengo nada personal, son cuestiones que en su momento se quedaron dentro del campo. Mi campo de juego es el despacho.
Sinceramente y sin paños calientes, ¿cuál ha sido el mayor error en su mandato? ¿Y su mayor acierto, o el que recuerda con más gusto?
Si se puede considerar error, el haber pensado que el Deportivo podía ser campeón de Europa, de Liga… Desde ese prisma se genera la deuda. Si te acomodas a ser un equipo de Primera División normalito, estás en tu nivel con 30 o 40 millones de euros, probablemente no tendrías ningún problema sobre el particular, pero tampoco podríamos haber tenido días como el 4-0 al Milan. Ese día impresionante con Djalminha y Fran en el banquillo, estamos hablando de momentos estelares.
Esos momentos han tenido un coste, que mientras estás en Champions te lo puedes permitir. No estar supone 20 o 30 millones de euros menos, pero tienes los mismos contratos. Ese dinero te daba para pagar, y ya no lo tienes. La renovación de los derechos televisivos ya no son como cuando competías con Barça y Real Madrid de tú a tú, y cuando bajas de Primera a Segunda el salto y el problema es total.
Eso solo lo conozco yo. No hay un presidente de fútbol español que tenga esas experiencias. Llegar con un equipo con un pie en Segunda B, llegar a ser un club de Champions y volver a Segunda División. Por eso sé cómo hay que variar las estructuras en el fútbol español para que eso no vuelva a pasar.
El mayor acierto, la ciudad deportiva de Abegondo que queda ahí para toda la vida. Normalmente el Deportivo entrenaba en el picadero, en el propio Estadio de Riazor y se machacaba el terreno de juego. El Deportivo de Bebeto y Mauro Silva entrenaba en la Torre y volvía a ducharse en el estadio. Tenemos una de las mejores ciudades deportivas de España.
¿No le queda la espinita de no haber hecho la ciudad deportiva en los anexos al estadio?
Me da pena que en aquel momento no se hubiese hecho el nuevo Riazor. Hubiese sido un Guggenheim del fútbol, algo para toda la vida. Hubo un capricho para que eso no se produjese, apareció la Casa del Agua que hoy en día se puede decir que es una ruina. De hecho, se pudo hacer en las inmediaciones del estadio. Hubiese sido algo como lo que se hizo en San Mamés, solo que en Bilbao se pusieron todos a favor del Athletic y en Coruña en contra de Lendoiro. Se podría haber hecho una zona precisa. Peter Eisenman no es una persona que pase por la vida así, además, ese anteproyecto solo le costó al Deportivo una camiseta con el nombre de Djalminha.
Muchos señalan esa tardanza en entrar en concurso, ¿por qué esa tensa espera?
Se habla siempre del 33%, pero es hablar por hablar. El 33% sobre 17 años es la deuda ordinaria, y del año 18 al 35 en la subordinada, son unas cantidades que nadie tiene en el fútbol español. La prueba es que Hacienda no lo aceptó. Que se hagan a la idea de devolver la hipoteca de su casa con un 33% de baja y pagarla a 35 años sin intereses, todo el mundo iría corriendo a firmar. De la otra forma se reduce unas cantidades, si se hace la cuenta es más llevadero el pago. Lo mismo estaba pactado con los bancos. Pudimos haber firmado una cosa similar con Hacienda el 31 de julio o en diciembre.
Nosotros nunca fuimos partidarios del 33% de la deuda, queríamos buscar deudas que pudiese cumplir el club y pagase todo a la gente que le debíamos dinero. Mis padres no me enseñaron a pagarle 15 al que le debes 100, como ha hecho algún club de por aquí. En ese sentido, nunca éramos partidarios y no nos quedó más remedio que acudir al concurso cuando Hacienda nos bloquea y embarga todas las cuentas. A partir de ahí, no te queda más remedio. Pero de entrada, lo que estábamos ofreciendo a Hacienda era el pago de unos seis millones de euros al año estando en Primera División y en Segunda la cantidad que correspondiese. No pudimos cerrar todo, pero lo que dejamos cerrado lo dejamos muy bien.
¿Cree que los AC que llevaron el concurso del Depor actuaron noblemente, que fueron justos con el Depor?
Lo reconocen en el último informe, estaban terriblemente presionados por algún medio. Según dicen ellos, una enorme presión mediática, algo que nos hizo mucho daño. Parecía que defendían a Hacienda y no al Deportivo. ¿Cómo se puede decir que el mejor convenio no era el del Deportivo y era el de Hacienda? Si Hacienda quería estrangular al Deportivo económicamente, podía, al igual que los bancos. Hay que tener las ganas de resolver el problema de acuerdo con lo que se puede y demostrarle a los bancos que no puedes pagar más.
En la recta final de la temporada, las primas a terceros se convierten en parte protagonista. Como apuntó Rubiales, ¿usted legalizaría las primas a terceros por ganar?
No se deben legalizar. Lo que sí se tiene es que aclarar la situación. Hemos sufrido primas a terceros por ganar y por dejarse ganar. Es muy difícil que existan las pruebas suficientes, pero parece que dentro de poco puede haber algún caso que salga a relucir. Darle la posibilidad de que clubes grandes puedan primar a otros con cantidades importantes es darle una ventaja más a los que tienen más dinero.
¿Tal vez lo que le falló a Lendoiro es haber sido un adelantado a su tiempo? Hace años criticó el reparto televisivo poniendo como ejemplo la liga inglesa, el tema de los internacionales y los pagos de sus selecciones…
Sufrimos sobre todo con Mauro Silva, que estuvo un año y pico sin poder fichar. Cuando se lesiona Makaay, Irureta me pide otro delantero y fichamos a Diego Tristán, luego teníamos overbooking. Con el tema de la televisión, sobre el año 96 digo: «La liga del 2000 ya se jugó». El que no tenga un buen contrato de televisión no podrá ser campeón de Liga, y curiosamente gana el Deportivo la Liga.
Se ha avanzado en el seguro por descenso, que es una obsesión mía, pero es un paso muy importante hacia delante. Espero ayudar en esos pasos, para que puedas hacer ver a todo el mundo que no puedes dar garantías si el descenso no está reforzado por un seguro entre todos. Igual hay que recortar en el fondo de televisión unas cantidades, que quedarían pendientes para que los que desciendan tengan la seguridad que durante tres años mínimo van a tener la posibilidad de adaptar sus presupuestos a los nuevos tiempos.
¿Cuál es la hoja de ruta de Lendoiro de hoy en adelante?
Ni yo mismo lo sé. Soy una persona que se ilusiona muchísimo con las cosas nuevas. Es un escenario totalmente distinto -embajador de la LFP- al que he vivido hasta ahora. He vivido pendiente del día a día de los clubes, ahora lo haré de las instituciones futbolísticas. No soy un experto, pero lo que sí sé es lo que necesitan los clubes apoyarse en estas instituciones y lo que las instituciones pueden apoyar a los clubes. Puedo actuar de enganche y estoy terriblemente ilusionado con estos nuevos campos. Con Tebas se están abriendo en el fútbol español una serie de nuevos campos que estaban ignorados. Hay mucho por hacer, donde será necesario que aporte todo el mundo.