Augusto César Lendoiro, expresidente del Deportivo, disfruta de una nueva etapa de su vida tras superar una afección cardíaca que hizo que fuese operado de urgencia en marzo del año pasado y que lo mantuvo ingresado durante más de un mes. Como si hubiese rejuvenecido casi 20 años, su intensa mirada sigue siendo la que convenció en su día a jugadores como Bebeto, Mauro Silva o Makaay de enrolarse en las filas del Deportivo. Tras varios años lejos de la que él mismo denominó «silla eléctrica»; reconoce que sigue trabajando en sus memorias, y que no tiene tiempo para aburrirse. Repasamos con él temas del ayer, hoy y del mañana con respecto al club herculino y al mundo del fútbol en general.
Buenas tardes Augusto, la primera pregunta es obligada, ¿qué tal estás?
Bien, la verdad es que fenomenal, mucho mejor que antes de la operación en todos los aspectos. He bajado peso, ha desaparecido el bulto … Estoy bien, con muchas ganas. Sigo escribiendo mis memorias, a ver si las termino de una vez. Hablo con algunos clubes amigos, escribo sobre temas de actualidad… En fín, no tengo tiempo para aburrirme.
¿Cómo se ve el fútbol desde fuera? ¿Ves muchos partidos?
El fútbol lo llevo súper al día, quizás ahora esté más al tanto de lo general que en aquella época, que estaba centrado en exclusiva en el Deportivo. Ahora puedo ver más conceptos globales del fútbol. Ya no es la tensión de resolver problemas agobiantes. Sigo tanto al Deportivo, como a toda nuestra cantera, también fútbol español y al internacional en menor medida. También pienso en el fútbol que viene.
Han pasado cinco años desde que dejaste la que denominaste como “silla eléctrica”, ¿qué es lo que más echas de menos?
De niño aprendí a leer en el Marca, a los 15 años ya era presidente del Ural; con poco más de 30 años presidía el Liceo de hockey y cumplidos los 40 el Deportivo. Como observarás mi vida siempre estuvo ligada a ese eléctrico sillón y por eso me he tenido que acostumbrar a las grandes tensiones.
La verdad sea dicha, no las echo en falta, todo lo contrario. Ahora tienes una visión general que, por ejemplo, te permite hablar con total libertad de esa especie de condena a muerte del Reus, o del famoso partido de Miami, o del reloj parado en el fútbol, o de la guerra entre LaLiga y la FEF.
Recuerdas cómo fueron aquellos primeros días en los que se rompía la dinámica de ir a la Plaza Pontevedra y demás, ¿cómo te sentiste?
He vivido con tanta intensidad mi vida que me acostumbro muy rápido a las cosas, tanto cuando me van muy bien o cuando me van mal. Siempre jugué al límite. Si aspiras a hacer cosas grandes te la estás jugando toda tu vida. Tanto en el deporte como en la política siempre he ido a ganar. Gané muchas veces y perdí otras muchas. Peleaba por el triunfo pero si perdías no pasaba nada. Por ejemplo, el Barcelona nos ganó por 23-2 al Liceo en el primer encuentro en el Palau. Me quedó grabado. Unos años después les ganábamos allí 0-7. Para mí son conceptos básicos, superarte y adelantarte a los demás. Como se suele decir, la inspiración tiene que llegarte trabajando.
Siempre he sido un enamorado del fútbol y del deporte en general, esas experiencias y vicisitudes te siguen sirviendo para mantenerte en forma, hasta voy a empezar a ir al gimnasio (risas). Esto es volver a los orígenes de verdad, hay cosas que todavía me obsesionan. Por ejemplo, una idea que llevé a cabo en el Ural en una época avanzada, con veintitantos años. Fundé la EFADE Ural (Escuela de futbolistas, árbitros, directivos y entrenadores) con el legendario Rafael Franco a la cabeza. Es un tema que tengo ahí pendiente porque lo dejé a medias. Si llego a tener alguna oferta interesante, la finalizaré. Lo bonito es el fútbol base, el de los niños. Cuando me hablan del momento en el que más disfruté, la gente piensa en la Liga, en el Centenariazo, en el partido contra el Milan, la Copa contra el Valencia… los títulos o partidos son muy significativos. Pero siempre digo lo que pienso porque cuando fuimos campeones de Galicia con el Ural con 16 o 18 años, disfruté seguro que tanto como con el título de Liga del Deportivo. No puedes medir la satisfacción por un título de infantiles gallegos o una Copa del Rey o el título de Campeón de Europa o del Mundo con el Liceo, porque el grado de satisfacción tiene un límite y en él juega un papel decisivo la edad.
Lo de volver a Riazor, ¿hay ese hormigueo o mejor fuera del estadio?
No volví. A lo mejor el día menos pensado vuelvo, como no vuelvo más. Me concentro en casa en los partidos. Cuando era presidente, viajaba muy poco, no viajé para conocer a Berlusconi, viajé cuando tuve una invitación especial del Príncipe de Mónaco, para devolver la visita. Normalmente no viajaba con el equipo, me quedaba a ver los partidos en el club y juraba en hebreo. La cara de póker no tiene nada que ver. Es evidente que ya no tienes la tensión de aquellos tiempos, que era la de ganar sí o sí, de la influencia del resultado en la situación económica, de la posibilidad de título o de descenso… Pero los gritos de vez en cuando también sobresalen.
¿El descenso duele diferente sin estar en la presidencia?
Te duele igual. Aunque yo siempre digo, “el que firma, panda”. El presidente es el responsable de lo bueno y de lo malo, tú lo firmas y eso te hace responsable. No es lo mismo que tú tengas esa responsabilidad que el vicepresidente tradicional, no tiene nada que ver. Yo he sido vicepresidente en algún club y cuando llegaba el momento decisivo, decías «eso es cosa tuya». En cambio, el presidente no tiene hacia donde mirar. Es el que decide y no puede mirar para ningún lado. Es el responsable para lo bueno y para lo malo.
Ya que hablamos del estadio, ¿qué te parecen las obras?
Desde el punto de vista estético es indudable que se ha ganado mucho, pero me preocupa seriamente que técnicos cualificados de la construcción alerten sobre unos materiales que, al parecer, no ofrecen garantías suficientes acerca de su larga duración -el mar no ayuda tampoco- y todavía me preocupa más si tenemos en cuenta que, según se ha publicado, el Deportivo se hace cargo de su mantenimiento en el futuro.
Sobre las obras, publiqué en su día un artículo que hice llegar al Ayuntamiento, pero creo que no me hicieron mucho caso. Les hablaba de la imperiosa necesidad de un parking subterráneo para seguridad, al menos, de árbitros y jugadores, así como incidía en la enorme peligrosidad de la salida de la zona central de Tribuna Superior. Hace muchos años se iba a realizar esa obra con cargo a Xunta y Diputación pero el Alcalde Vázquez, como propietario, no quiso solicitarla. Es una medida de elemental seguridad. ¡Que no se produzca nunca una situación de emergencia!
Si inviertes una cantidad importante en el estadio te da pena que Preferencia Inferior no esté cubierta. En Coruña llueve, y cuando llueve el que lo sufre lo sabe. Tanto en Tribuna Inferior como en Pabellón Inferior, las siete u ocho primeras filas se mojan. Nuestra ilusión era un estadio nuevo y lo intentamos hacer. Hubiese sido el más bonito del mundo, se verían romper las olas, hasta hubiese sido lanzamiento turístico. Se empeñaron en hacer la Casa del Agua, y el Nuevo Riazor se quedó así mientras ahí está el Nuevo San Mamés. Eran como dos gotas de agua porque solo había que echar los antiguos campos hacia atrás. Con la obra que proponíamos esa zona ganaría muchísimo pero pudieron los intereses políticos.
Lo viejo siempre será viejo. Le digo siempre a mi amigo Florentino Pérez que en Valdebebas podría hacer un verdadero estadio seis estrellas, cosa muy difícil en el Bernabéu, pero, claro, manda el estar en La Castellana y ahora se acercarán más porque les han permitido construir un parking que era indispensable.
Sigo escribiendo mis memorias, a ver si las termino de una vez
¿Sigue sin producirse esa llamada desde el Deportivo?
No. Hace un par de meses me llamó el presidente para solicitarme un artículo -que le envié- para el libro de “Los 112 partidos en Europa” y hablamos de un par de cosas más. Es una realidad que hemos tenido esa conversación, cosa que entiendo como positiva. Ha sido una conversación correcta.
¿Cómo valoras su mandato hasta ahora?
Sería injusto que yo hiciese valoraciones. Las deben realizar ellos y los accionistas, abonados y deportivistas en general.
Hablemos de Miguel Otero, en su día decías que tenías ilusión de poder ayudar. A día de hoy, ¿qué opinas de lo que ha hecho Otero hasta el momento?
Tengo una relación cordial con Miguel Otero, aunque en 2013 fue una persona que sumó miles de acciones a favor de Constantino Fernandez y en mi contra. Ha sido el único que dio la cara. Cada uno que opine si cree que lo ha hecho con más o menos acierto. Valiente sí que fue. Es una persona joven que ha dicho cosas interesantes, otra cosa es que no haya profundizado en un programa. Tiene que ser consciente que lo tiene más que difícil. Hoy, tras la última ampliación, los 15 o 20 primeros accionistas se van al 25/30% del capital social y eso es decisivo si ellos apuestan por el mismo candidato.
¿Pero has llegado a participar en su propuesta?
No. Sólo si me consultaba alguna cosa le decía si me gustaba o no, pero ni he participado en la confección de su programa, ni en la decisión de los consejeros que le acompañaban. Ha sido él quien ha decidido todo. Vuelvo a insistir, existe una buena relación como me hubiese gustado tener con la otra parte. 25 años de presidente marcan mucho.
“Lo único que me faltó fue acabar con los traidores”. Me gustaría profundizar en esta frase
No dije “acabar” sino qué sería lo que cambiaría de aquella época. Ellos saben quienes son. No son muchos, pero están bien alimentados. No se merecen ni una palabra más.
Análisis del Deportivo tras la primera vuelta.
Creo que es una primera vuelta ilusionante. Mantiene las aspiraciones de lo que puede ocurrir. Los últimos partidos son los que deciden los puestos de ascenso directo. Yo creo que vamos a ascender. No lo puedo asegurar porque existen otros equipos que van delante y que podrían tener las mismas posibilidades.
Veo al equipo consistente, pasó ese bache, y pienso que se va, y se tiene, que ascender. Este año es súper importante. Antes no había esas cantidades que hay ahora y por las que peleé yo tanto, como la ayuda al descenso. Me acuerdo que en el ascenso de 2013-14 había 5 millones y medio de límite salarial, los octavos, y a mayores todos los problemas del concurso.
Si no se asciende, el riesgo de futuro es grande. Habrá tres equipos que llegan primados por el descenso y tú pasas a ser uno más. Este año mientras el Malaga tiene 25 millones, el Reus tenía de limite 3 millones y el Deportivo 18 ó 19 como Las Palmas. Los siguientes se iban a los 10/11 millones, lo que sitúa que muchos solo tengan entre 4 y 8 millones. Es imprescindible ascender.
¿Cuál es el jugador que más te ha gustado esta primera vuelta?
El principio de Quique fue espectacular, pero ahora mismo es algo difícil de plantear. Un jugador distinto es Fede, y en un artículo antes de iniciar la Liga hablaba tanto de Fede como de Carles Gil. Ambos decía que marcaban la diferencia, pero mi duda estribaba en el problema que tenían de lesiones.
En la retaguardia, sobre todo en la franja central, están jugando a gran nivel tanto los centrales como el portero. Otro problema preocupante es el de ese gran jugador que es Carlos Fernández, aunque ya se sabía que su físico podía generar serios problemas. Por desgracia es una lotería. Ojalá pueda superar los 30 partidos.
¿Te recuerda Natxo a otros entrenadores como Lotina o Irureta?
Todos ellos son vascos, aunque en lo futbolístico son muy distintos de forma especial con Irureta. Tiene algún concepto muy llamativo. Lo del rombo no me gusta demasiado y una cosa muy novedosa es el sistema de defender saques de esquina y faltas, me parece peligrosísimo. Lo extraño es que no nos hayan cogido la aguja de marear, lo que no habla muy bien de otros entrenadores. En Gijón lo intentaron pero no les salió. Esperemos seguir teniendo suerte porque es un tema sumamente peligroso. Por otra parte Natxo me parece una persona muy tranquila, asentada, que no llama la atención, y es una de las cosas que le sueles pedir a los entrenadores.
Pero en cuanto a los entrenadores, siempre se decía que tú los aguantabas. ¿Cuándo es el momento de destituirlos?
Cuando ves que no pueden revertirlo, que han perdido el control del vestuario. Yo procuraba mantenerlos, porque el cambio no suele dar grandes satisfacciones. Me acuerdo del ascenso de 1991 con Arsenio, que me pidió marcharse varias veces, en parte porque la gente pedía su cabeza. Terminamos ascendiendo y Arsenio se quiso ir, porque necesitaba ese descanso. A los seis meses vuelve fresco, sustituye a Boronat, y un año después dirige el Súper Depor.
El Fabril pasó de estar a un paso del ascenso a Segunda, a ser colista este año. Volvió Tito…
Creo que el problema de la cantera no reside solamente en el Fabril. En este momento es un problema general. De los jugadores del equipo Campeón de España de Cadetes y otros que parecían tener aspiraciones, casi nadie continúa en el club. “La yeguada Lendoiro” desapareció casi por completo. Había jugadores, por ejemplo, para el Fabril y para dar el salto posterior. Ahí está Hugo Rama triunfando en el Mirandés, y como él otros casos.
El cambio ha sido traumático. Si una persona de Levante, formada en Madrid, viene a dirigir la cantera no es extraño pensar que sus conocimientos profundos están en ese fútbol en el que se ha criado. De ahí que no sea raro que hayan llegado tantos valencianos, catalanes, madrileños…
Es difícil entender que en el Fabril existiesen varios jugadores de 27 o 28 años. Excepcionalmente puedes tener ese hombre de la casa para que puede controlar el vestuario… Se hace un Fabril el año pasado que se habla que fue el mejor de la historia, aunque yo recuerdo otro con el estadio casi lleno. Al final ascendió el Elche con Claudio, perdemos aquí, pero si ganábamos ascendíamos nosotros a Segunda. Creo que ese fue el equipo histórico de la época reciente del Fabril, y eran todos chavales de casa.
Tradicionalmente venía alguno de fuera como Xisco, Laure, Lassad … pero eran la excepción que confirmaba la regla de que el Fabril lo integraban jugadores y entrenadores de la tierra. Es fundamental hacer eso y desde ese punto de vista hemos perdido a los chavales que se criaron en Abegondo y a los que el escudo les tira. Otra cosa es que traigas a un jugador diferente. No es cuestión de mantenerse por mantenerse en Segunda B. El que es bueno salta a la vista esté donde esté. Yo recuerdo a Amancio, que venía del Victoria, de jugar en la calle y en La Granja y, a los 15 días, era el mejor del Deportivo. Después ya no te digo nada, era el mejor de Segunda y no fue al Mundial de México porque le subía el precio del traspaso al Madrid. O qué decir de la época de Guardiola en el Barça cuando suben todos desde tercera y la arman. El que entiende un poquito de fútbol sabe que el que es diferente con 16 o 18 años está hecho, otro no lo estará nunca.
No volví a Riazor. A lo mejor el día menos pensado vuelvo, como no vuelvo más. Me concentro en casa en los partidos.
¿Opinión sobre el recién bautizado Deportivo Liceo?
El nombre siempre será Liceo, nunca será Deportivo Liceo. Por esa razón como presidente de honor del Liceo es un tema que no me preocupa demasiado. Si peleas por muchas cosas al final no ganas ninguna. Sí me disgusta sobremanera el posible cambio de colores porque el Deportivo no gana nada y el Liceo pierde mucho. Hasta el sentido de su himno porque “los campeones de hockey ya no vestirán de verde y blanco”. En mi época habíamos buscado una solución de cierto apoyo económico a cambio del acceso gratuito de los socios blanquiazules al Palacio.
¿Qué opinión tienes sobre lo que ha pasado con el Reus?
Lo decía antes por encima. Primero creo que la sanción seguro que está ajustada a derecho, porque Tebas no da puntada sin hilo, como buen profesional y conocedor de estos temas, todo lo contrarío de los que acuden a las reuniones en nombre de los clubes, En las asambleas nadie dice absolutamente nada. Nosotros éramos los únicos contestatarios. Estoy convencido que lo tiene todo bien argallado. Sin embargo, desde el punto de vista futbolístico, los clubes se alegrarán de que desciende uno menos y porque eso a ellos no les va a ocurrir nunca… hasta la temporada siguiente. Se habla de pureza de competición pero no existió, porque no me digan que jugar en casa es igual que jugar fuera. La competición cambió por completo. Tradicionalmente, el fútbol que conocí siempre, ganar en los despachos no estaba bien visto. El que pierdas la categoría en un despacho y tres años de sanción, es como condenar a muerte a una entidad centenaria. Me parece una locura.
Siendo un romántico del fútbol y protagonista de la época dorada del Deportivo, ¿qué opinas del fútbol moderno?
Me dio pena la foto de Mendizorroza vacío los primeros minutos del Alavés vs Rayo. Igual es cierto que va más gente al fútbol que antes, pero no por ir están contentos. Van porque no les queda más remedio ya que el lunes juega su equipo. Es el choque del fútbol negocio con el tradicional, y creo que es perfectamente compatible. Llega con no darle tanto a la televisión y tan poco a los aficionados. Busquemos una fórmula que sea más lógica eliminando un partido que poco aporta a la tele, el de los lunes, el día más odiado de la semana, que supone un castigo a los aficionados afectados. El partido del viernes lo veo aceptable, porque mucha gente el sábado no trabaja.
Hablemos de representantes, ¿están ahora los jugadores más protegidos que antes?
Están más protegidos, pero no por los representantes, sino por el sindicato que ha hecho mucho y en ocasiones quizás “demasiado” por ellos. En el “caso Reus”, mientras los aficionados se quedan sin ver fútbol, el club desaparece y al personal técnico y no deportivo se le debe medio año de salario … los jugadores cobran a dos carrillos. Cobran del Reus, del fondo de garantía de LaLiga y se van a otro equipo donde vuelven a cobrar. Esas cosas no tienen sentido, hay que buscar fórmulas. Tebas piensa bien las fórmulas de la Liga, sabe cuándo las va a tener que aplicar, como se suele decir “tiene la sartén por el mango y el mango también”. Hay inanición de los clubes de la Liga y van allí y firman en barbecho, no se dan cuenta que un día les ocurrirá a ellos. Yo siempre decía en LaLiga “parece que el único que debe es el Deportivo”. Y todo el mundo callaba, y llegado un momento ocurría lo que tenía que ocurrir.En otros momentos se pasaba más por encima. En el fútbol no es normal que por deber pequeñas cantidades desaparezca un club, busque fórmulas para que un jugador termine cobrando. Que no desaparezcan por cuatro duros, además que ahora parece que venían a comprar el club. Es una situación que no tiene sentido. Hay equipos históricos como el Racing, Hércules, Recreativo, Murcia … que fueron fundadores de la Liga y están totalmente abandonados … mientras su patronal ayuda a otras modalidades deportivas… cuando ellos deberían tener, como fundadores, una participación en los beneficios de la Liga.
¿Qué diferencias ves entre los jugadores de ahora y los que fichabas en los 90?
Cambió todo y esa parte también lo hizo. Los jugadores antes hacían una vida más cercana al aficionado, al periodista, al directivo. Ahora se aíslan, no escuchan, se ponen los cascos…
¿Crees que tus métodos de negociación funcionarían ahora?
La negociación funciona siempre. Unas veces mejor, otras peor. Mi método era la anticipación. Cuando nos constituimos como SAD fichamos a Bebeto y a Mauro Silva. Cuando hubo cambio de venta de derechos TV, aprovechamos para traer a Rivaldo, Djalminha… Siempre nos la jugábamos. Con el salto importante de los ingresos por televisión de hace 3 o 4 años, hay clubes en España que se la han jugado y les ha salido bien.
El equipo pequeño se tiene que adelantar y apostar. Si peleas un jugador de tú a tú con un grande pierdes siempre. En su momento tuvimos que desplazarnos y nos jugábamos que nos hiciesen chistes si ibas a Brasil, por Bebeto y Mauro Silva, y no traías a ninguno,
La gente valora los gestos. Recuerdo que para el fichaje de Manjarín me desplacé a Gijón. Había notables diferencias en las cantidades, pero las rebajaron por acercarnos. En esas negociaciones influye mucho el llevarte bien, el hacer que en las comidas de directivas la gente esté cómoda … Por supuesto que el sistema sigue valiendo, otra cosa es que en momentos puntuales tampoco valió, así que no es una ciencia exacta.
Otras veces si tenía dudas sobre la auténtica valía de un jugador hacia un casting con varios intermediarios, periodistas especializados, técnicos y DD en paro… y les filtraba cuatro o cinco jugadores haciéndome el tonto para que me diesen su opinión, sin decirles cuál era “mi hombre”, pero para eso necesitabas la amistad de esa gente, para que te dijesen la verdad. Una llamada siempre era fija, salvo que tuviese interés por ser jugador suyo, la de “Petón”.
** Entrevista realizada en las instalaciones de la Fundación Clínica Pardiñas.