Edu Expósito se marcha del Deportivo cuatro años después de su llegada. El futbolista catalán aterrizó en el conjunto blanquiazul en verano de 2015 para formar parte de un Fabril que militaba en Tercera División y se marcha cuatro temporadas más tarde al Eibar de Primera División. El joven mediocentro se formó en diferentes equipos de fútbol base catalán. En edad juvenil ingresó en la Damm, uno de los conjuntos formativos más importantes de Cataluña. Su fútbol llamó la atención de la dirección de cantera herculina y se lanzaron a por él. El tiempo ha demostrado que fue un acierto.
Una figura clave a la hora de analizar el crecimiento y la evolución de Edu Expósito a lo largo de todos estos años es la de Cristóbal Parralo. El técnico le dio los galones del Fabril que logró el ascenso a Segunda División B y el catalán devolvió esa confianza sobre el terreno de juego. Poco a poco se afianzó como un futbolista fundamental y logró pulir los defectos que podía tener a causa de su inexperiencia. De hecho ese mismo año debutó con el primer equipo de la mano de Pepe Mel en el encuentro ante el Espanyol que terminó con derrota por un gol a dos. El técnico madrileño retiró al futbolista del terreno de juego en el descanso. Lejos de venirse abajo después de un debut agridulce, el centrocampista regresó al Fabril y continuó con su particular crecimiento.
Su temporada en Segunda B fue espectacular y el equipo giraba alrededor de él. La llegada de Cristábal Parralo al primer equipo trajo consigo la subida de Edu Expósito. El mediocentro disputó tres encuentros de Liga y dos de Copa del Rey, pero los malos resultados de la temporada provocaron la destitución de su principal valedor. La llegada de Clarence Seedorf no fue una buena noticia para él y el catalán regresó a un Fabril donde le costó encontrar acomodo.
Este año, ya como futbolista de la primera plantilla, el mediocentro dio un paso adelante. Su desarrollo físico y su inteligencia en el césped provocaron que con el paso de las jornadas se hiciera con una titularidad que ya no soltaría a lo largo de todos estos meses. Culminaba así el sueño de un chaval que llegó siendo un desconocido y se marcha a un Eibar de Primera División donde intentará seguir creciendo. A punto de cumplir 23 años, Edu es un ejemplo para los más jóvenes que quieren llegar a la élite. Su comportamiento tanto dentro como fuera del campo describen una personalidad forjada para triunfar en el mundo del fútbol.