Clarence Seedorf ya es el nuevo técnico del Deportivo. El exjugador holandés se vincula con el club herculino por lo que resta de temporada con la intención de sacar al conjunto blanquiazul de los puestos de descenso, estando situado a tres puntos de la salvación. Para ello, deberá corregir o mejorar varios aspectos del equipo que no funcionan o bien, no han conseguido lucir todo lo que podrían.
Estabilidad en la portería
Empezando desde atrás. Seedorf, acompañado por Valerio Fiori (exguardameta del Milan entre otros), tratará de dejar atrás el debate que existe bajo los palos desde el inicio de curso. Actualmente cuenta con tres porteros -Tyton, Rubén y Koval- de entre los cuales saldrá el hombre titular que defienda portería del cuadro gallego con continuidad, sin dudar de sus capacidades. Hasta el momento, Koval es el único que no ha debutado, incorporándose en invierno a la disciplina coruñesa, teniendo ante sí una oportunidad de oro para convencer al nuevo técnico compitiendo de igual a igual con los otros dos guardametas.
Disminuir la fragilidad defensiva
Lo mismo ocurre en la zaga. Tanto los laterales como los centrales deportivistas tendrán la ocasión de ganarse un puesto en el once comenzando desde cero. Seedorf debe de minimizar los errores y la endeblez de la defensa herculina para dejar de ser el equipo más goleado de Primera División. Ayudados por el resto del equipo, la parcela de atrás del equipo necesita estar dotada de más seguridad y volver a completar encuentros sin recibir tantos goles en contra. Si consigue formar un bloque defensivo fiable, habrá puesto los primeros cimientos para la salvación del Deportivo.
Recuperar el talento de la plantilla
Varios hombres del plantel herculino no han rendido lo que se esperaba de ellos. Es el caso de Lucas Pérez, quien regresó a Coruña como el fichaje estrella del verano y todavía no ha conseguido marcar las diferencias sobre el terreno de juego. Otro de los nombres de esta lista es Emre Çolak. El turco ha ofrecido numerosos detalles de la calidad y la técnica que atesora pero nunca ha llegado a hacerse con un puesto fijo en el once inicial. En una situación similar se encontrarían jugadores como Mosquera, quien se encuentra lejos de su mejor versión. Para salir de los puestos de abajo, Seedorf necesitará que sus mejores futbolistas den lo mejor de sí, lo que, unido a una buena labor del equipo en su conjunto, pueda decantar la balanza a favor de los blanquiazules en un partido.
Unión, confianza y liderazgo
Estos son algunos de los aspectos que, en mayor o menor medida, la plantilla acusa desde hace jornadas. Si de algo ha sido criticado el vestuario del Deportivo es de no tener el ambiente idóneo. Pese a que la delicada situación que atraviesa el equipo en Liga no es la más adecuada, la plantilla debe mantenerse unida y bordear los posibles conflictos internos o roces que puedan surgir a lo largo de la semana. Seedorf llega al vestuario herculino para solucionar esta clase de problemas, así como levantar la moral a los jugadores. Como comentó en su presentación como nuevo entrenador deportivista, «Muchas veces lo que hay que entender para intervenir es conocer más la parte humana y psicológica que la futbolística», dotando de confianza a los integrantes de su plantilla y solventando uno de los grandes males de equipo, viéndose superado en muchas situaciones, acusando los malos resultados y siendo incapaz de no desmoronarse en cuanto el partido se pone cuesta arriba. Además, Seedorf llega para ser un líder, siendo esta una de las características que ayudó a Tino Fernández a decantarse por el holandés, faltando hasta ahora una figura que tirara del carro en los malos momentos y que se erigiera como el hombre a seguir, contando con el apoyo del resto del plantel.
Estas son algunas de las claves y debilidades que Clarence Seedorf deberá mejorar y pulir para lograr un equipo competitivo que consiga la salvación. Pero su trabajo no termina ahí, aunque hasta el lunes no se podrá ver su mano en el Deportivo y los cambios que ha decidido hacer, ya que pese a tener las ideas muy claras, «al fútbol no se juega hablando», comentó.