Tras la victoria ante el Valencia, Lucas Pérez, Toché y Cezary Wilk analizaron el partido en zona mixta.
Lucas Pérez ya sabe lo que es enfundarse la blanquiazul en un partido oficial, y lo más importante, ya sabe lo que es marcar en Riazor. El coruñés se mostró en zona mixta «muy contento por el debut, pero principalmente por la victoria, que la necesitábamos. Después de estas semanas en las que se habló mucho del equipo, en las que no había confianza en nosotros, hemos demostrado que se podía cambiar. Le hemos ganado a uno de los mejores de la Liga».
Él fue el encargado de hacer el segundo gol del equipo, en una jugada en la que Cavaleiro peinó un saque en largo de Fabricio. En cuanto a su celebración, apuntó que «había mucha rabia. He luchado mucho durante todos estos años para poder lograr mi sueño. Estoy muy feliz de estar en mi casa, de marcar y por la actitud del equipo. Mis compañeros han estado de diez».
Quiso dedicarle el tanto a sus «abuelos, que si no fuera por ellos no estaría aquí». Pero también a su «familia, amigos, todos me han apoyado en muchos momentos duros de mi vida». De hecho, tras macar, explicó que «se sienten muchas cosas. Se te viene a la mente lo que pasó en Ucrania, han sido momentos difíciles lejos de mi familia».
En la misma línea se mostró Toché, quien saltó al campo en la segunda parte y también marcó. «Han sido dos semanas bastante duras, pero hoy es todo felicidad. Se ha hecho un gran partido, estuvimos inteligentes y muy concentrados. Estamos muy contentos por la afición y por nosotros».
Para el delantero, la clave ha sido «cambiar la actitud que mostramos en Sevilla. Había que estar más concentrados y salir a tope desde el primer minuto. Todo el equipo ha ido a remar en una dirección y hemos tenido esa pizca de suerte que otros días se nos ha negado».
En cuanto al debut goleador de Lucas, añadió que «me alegro muchísimo por él. Lo ha pasado muy mal por las lesiones, el equipo lo echaba en falta. Ahora estamos casi todos y esperamos que marque muchos goles y nos de muchas alegrías».
Por último, mandó un mensaje de tranquilidad. «No hay que venirse arriba. El equipo sabemos que ha estado bien, pero no hay que olvidar que queda mucha Liga. No todos los partidos vamos a ganar así, hay que jugarle al Espanyol con la misma actitud que hoy».
Cezary Wilk, por su parte, apuntó que «jugamos muy bien en defensa y hemos podido hacer tres goles en contraataque». El polaco, al igual que sus compañeros, dejó claro que en el parón «el equipo trabajó mucho el entrenamiento en defensa». En cuanto a su titularidad, con partido completo, explicó que «siempre es difícil, ahora mismo estoy muerto y es normal. Tengo siete días para recuperarme».