No es ningún secreto que el deportivismo esperaba a Lucas Pérez como un ídolo. Su llegada disparará la ilusión de la afición blanquiazul y le permitirá dar un salto de calidad al equipo. Pero el sentimiento es mutuo. Para el delantero coruñés regresar a Riazor supone un gran alivio después de una temporada en la que se marchó con grandes expectativas pero en la que apenas gozó de oportunidades.
Así, como todo gallego que se marcha de la tierra, no es extraño que Lucas comenzara a sentir ‘morriña’. Nunca lo escondió y durante el último año ha aprovechado cualquier hueco para volver a A Coruña. Incluso para entrenarse en Abegondo, tal y como hizo a principios de temporada cuando estaba recuperándose de una lesión. No ha sido fácil para el zurdo alejarse de su gente de nuevo, cuando parecía haber regresado para no volver a marcharse.
Ahora, un año después, Lucas puede pasar página tras haber hecho un gran ejercicio de paciencia durante todo el verano. Paciencia e insistencia en su regreso, ya que muchos han sido los equipos que ha tenido que rechazar para volver al Dépor. Poco después de que su cesión se hiciese oficial, el propio jugador anunció en su cuenta de Twitter su regreso con un vídeo:
#ONenoEstaDeVolta #daleneno pic.twitter.com/9GoUDZk1mu
— Lucas Pérez (@LP10oficial) August 31, 2017