El delantero de Burela, titular en varias fases de la temporada, se vuelve a caer de la convocatoria por decisión técnica.
Lo que parecía ser una temporada más que aceptable para Luis Fernández se ha convertido con el paso de los meses en un auténtico calvario cuyo último episodio es su caída de la convocatoria para el choque frente al Alavés de este domingo. El inquieto delantero había convencido a Fernando Vázquez de su valía desde los primeros compases del actual curso, convirtiendo varios goles y mostrando una gran variedad de recursos que lo colocaron como uno de los jugadores más queridos en la grada. Sin embargo, llegado el mes de enero los problemas comenzaron a aparecer y su presencia en el once se ha ido diluyendo progresivamente desde entonces, hasta el punto de no ir convocado en repetidas ocasiones.
Si bien es cierto que la llegada al club de dos delanteros contrastados como Toché e Ifrán le ha cerrado el paso a la titularidad, también lo es que su desaparición se enmarca en un contexto que parece salirse de lo estrictamente futbolístico. Hace unos meses, delante de la repentina ausencia de Luis, Fernando Vázquez manifestaba que ésta se debía a “problemas normales” en la carrera de un futbolista, de los cuales el afectado “debía aprender” para “crecer como jugador y como persona”. Fue un punto y aparte. Una especie de castigo que parecía pasajero pero que ha acabado por apartar al burelao no sólo del césped sino también del banquillo.
Otros miembros de la plantilla han sufrido toques de atención en determinados momentos del año, como es el caso de Juan Carlos, pero han terminado por reintegrarse de manera natural. Luis, a quien Vázquez ha vuelto a dar oportunidades sin demasiada continuidad, acumula a estas alturas del campeonato 1102 minutos (28 apariciones y 11 titularidades) en los que ha marcado un total de cinco goles. Su caso supone una extrañeza, un expediente x particular con incógnitas que deberán esperar al verano para ser despejadas.