La semana pasada el Deportivo comunicaba la no renovación de Luisito como entrenador del filial. Después de la decisión adoptada por la RFEF sobre la suspensión de la Tercera División a falta de once jornadas, el club decidía prescindir de sus servicios. Se marcha un entrenador que cogió al equipo en una situación límite la temporada pasada y que afrontaba con mucha ilusión un curso en el que el Fabril apostaba por un perfil de futbolista joven con proyección de llegar al primer equipo.
¿Cómo te encuentras?
Me encuentro bien porque no fue una noticia que me sorprendiera, más bien me lo esperaba. Uno lleva muchos años en el fútbol, 26 como futbolista y 16 como entrenador y entiendes todo. En el momento en el que dimitió Tino y más adelante con el cese de Carmelo, los que llegamos con él teníamos claro que no continuaríamos. De todas formas agradezco el trato a este Consejo de Administración y entiendo perfectamente la decisión. De mi boca no saldrá una mala palabra a un club que me trató muy bien. Estoy muy feliz por la gran cantidad de amigos que dejo en el club y estoy muy orgulloso de mi esfuerzo.
¿Te da pena dejar este proyecto?
Me da pena salir de este proyecto porque estaba muy ilusionado. Llegué con una idea muy clara. Llegué al filial y por primera vez en mi vida no le daba tanta importancia al resultado y eso que siempre he sido muy competitivo. Sin embargo en este caso para mi perder no significaba tanto como la evolución de los futbolistas. Y eso es lo más grande que me pasó. En otros equipos cada vez que perdía me subía por las paredes, pero aquí he valorado más la evolución. Hemos competido con niños muy jóvenes que cometen errores en el campo y a base de ellos han aprendido. Y eso me enorgullece porque creo que todos los futbolistas evolucionaron a lo largo de estos meses. Yo llegué al Fabril con el objetivo primordial de trabajar para el primer equipo independientemente de los resultados. Ha habido entrenamientos en los que solo tenía nueve o diez futbolistas porque el resto estaban con el primer equipo. A pesar de ello esta temporada ha sido muy extraña y todavía faltaban once partidos en los que estoy convencidísimo que podríamos llegar arriba. Los filiales necesitan algunos jugadores con experiencia para ascender, sino es muy difícil. Pero repito que no tengo nada que reprochar a los niños porque estoy convencido de que la próxima temporada serán todavía mejores jugadores.
¿Crees que existe una doble vara de medir con respecto a los filiales a la hora de pedir ascensos por una parte y jugadores para el primer equipo por otra?
Sin duda. Si a mí me dicen que hay que jugar el playoff y ascender es probable que tuviera que utilizar a otros futbolistas. Conmigo han estado jugando de manera regular Juan Rodríguez como central y Alberto de portero. Juan es juvenil de segundo año. Hablé con Fernando Vázquez y se lo expliqué diciendo que era un niño al que le queda mucho pero tiene un potencial tremendo. Los dos cometieron errores que nos han costado puntos pero eso forma parte del aprendizaje y la experiencia. Prioricé la formación a los resultados. Si eso me ha costado el puesto no me arrepiento de nada. Me maté por y para el club. Un entrenador de un filial está para ayudar al primer equipo. Ni Natxo González, ni Martí, ni Anquela o Fernando jamás podrán decir que les puse una traba y siempre he estado dispuesto a ayudar.
¿Tienes la sensación que más allá de resultados la idea del club de cara al futuro iba en otra dirección?
En el momento en el que cesaron a Carmelo sabía que tenía dos pies y medio fuera pero no miré por mí y seguí confiando en los niños para priorizar su evolución. Pero no tengo ningún reproche a nadie. Entiendo que Vidal y su equipo confía en otro equipo y les deseo lo mejor en el futuro. Lo más importante para mí es que Abegondo conoció al verdadero Luisito. No te puedes hacer una idea de la cantidad de llamadas y mensajes que recibí de gente del club, entrenadores de las categorías inferiores, utilleros, gente de la limpieza. Me he encontrado muy buenas personas y no tengo nada que reprochar, ni yo ni Roberto Valdés.
Sin entrar en nombres, algún mensaje especial.
Hay muchos. Lo de los niños a mí me ha dejado marcado. Me hace gracia escuchar a la gente que dice que no tengo perfil de entrenador del filial. Parece que para entrenar a un filial tienes que andar con un ordenador debajo del brazo y después el ordenador ni lo abren. Eso no es para mí. Yo soy un entrenador de campo y que ayuda a los niños en el campo. Luego durante la semana analizamos fallos en el vídeo para intentar que ese error no se repita, pero siempre he trabajado por el bien de ellos. Tengo una relación fantástica y hablé con casi todos por mensaje o llamadas. Sería injusto priorizar uno y solo puedo dar las gracias a todo el mundo incluida gente del club que también me escribió. Creo que doy una imagen que la gente ya asocia con una manera de ser. Como soy una persona de carácter hay gente que piensa que solo soy así y me alegra que me hayan conocido y hayan visto que hay dos Luisitos, uno que es un trabajador y otro que es una persona fuera del campo. Pero me marcho contento porque nunca fui tan feliz como entrenando a estos niños. Eso no quita para que mi exigencia haya sido grande y siempre enfocada a convertirlos en profesionales y esto era el filial del Deportivo y la exigencia es máxima para que cuando llegan arriba no noten tanta diferencia. Creo que todos los que subieron dejaron muy buena imagen porque los entrenadores del primer equipo me lo han trasladado estos meses. Eso es ser un entrenador. Si tienes una gran remesa de jugadores solo tienes que ponerlos y esperar sentado a los resultados pero eso no es ser un entrenador.
¿Qué planes de futuro tienes?
Tengo una vida muy peculiar. Mi vida está muy hipotecada por mi madre. La temporada pasada estando ya en el Fabril pude ir a Portugal. Allí me ofrecían un sueldo que me solucionaba la vida. Hace dos temporadas pude fichar por un equipo de Segunda División que me ofrecía mucho dinero pero lo rechacé. Se lo expliqué a mis hijos y creo que los dos están muy orgullosos de que tomara esa decisión por su abuela. Ellos lo entendieron perfectamente y me han ayudado mucho junto a mi mujer. Para mí salir de Galicia ahora mismo es casi imposible así que esperaré a un equipo potente de aquí porque yo no sirvo para entrenar por entrenar y coger el dinero a final de mes. Necesito un proyecto ilusionante y que me llene.