Germán Lux, capitán del Dépor en la mañana de hoy y uno de los héroes del encuentro al realizar una intervención absolutamente decisiva, se pasó por zona mixta al término del partido y reconoció ante los medios que el cambio de entrenador «ha venido bien» en el aspecto anímico. «El míster tiene pocos días para poder trabajar con nosotros, pero ha sido una activación en lo anímico. Un cambio casi siempre viene bien a los equipos. Todos vuelven a empezar, a activarse y era lo que necesitábamos. A veces sale bien, otras mal. Hay que seguir», explicó.
El guardameta, que ha vivido muchos duelos decisivos desde su llegada a A Coruña, afirmó que en el vestuario tenían «clara la importancia del partido» y también que iba a ser «difícil». «Vinimos mentalizados para ello, sabíamos que era campo complicado, la gente aquí empuja mucho. Contentos por el triunfo, hay que sufrir para ganar partidos. El triunfo es muy importante y ahora toca seguir haciéndolo bueno en el partido del miércoles«, comentó.
En cuanto a su parada ante Traoré, quiso restarle importancia y comentó que todos trabajan «para esto, para ayudar y tratar de sumar». «Esto es un colectivo. Si en lo individual todos andamos bien, como equipo somos buenos. Hay que seguir demostrándolo. Siempre estamos todos contentos al ganar, si en lo individual sumamos todos y estamos en mejor momento, en lo colectivo vamos a andar bien. Somos buenos jugadores, pero por distintos motivos nos metimos en situación complicada y hay que salir», añadió.
Por otro lado, aseguró que para él «no fue penalti» la acción con Carlos Castro: «el árbitro lo consideró así. Yo me quedo quieto, él algo me toca, no sé si se tira o no, pero para mí no fue penalti«.