El técnico fabrilista tocó todos los palos en la rueda de prensa de esta mañana. La Federación, el escabroso asunto de Julio Rey, la vuelta al trabajo con los chavales, el primer equipo o Nico Pandiani, Mosquera no rehuyó ninguna pregunta.
En algún momento pareció estar con pie y medio fuera del Deportivo, pero finalmente es oficial que Manuel Mosquera seguirá ejerciendo de entrenador del Fabril a la vez que compaginará como director de la escuela de entrenadores de la Federación Gallega de Fútbol. «Estoy donde quería estar», afirmó esta mañana ante los medios de comunicación.
Mosquera agradeció las facilidades que le dieron ambas entidades y sus presidentes para hacerlo efectivo. «Soy una persona muy agradecida. Ahora mismo estoy haciendo lo que quería hacer. Hay dos entidades, la Federación y el Deportivo, que tienen dos presidentes que son dos señores que se visten por los pies. Con el presidente del Deportivo es muy fácil hablar, es un caballero. Entendió perfectamente la situación. Con Louzán con dos minutos llegó. Estoy muy agradecido a los dos, a todos los que trabajan en el Deportivo, siento un cariño enorme y en la Federación lo mismo», manifestó el técnico de un Fabril que la pasada campaña consiguió pasar la primera ronda del play off de ascenso y que este año luchará nuevamente por superar el objetivo y lograr un puesto en Segunda División B.
El entrenador está satisfecho por el regreso a los entrenamientos, una cita marcada en rojo en el calendario para los jugadores pero también para el entrenador. «Muy bien en el primer día. Me gusta ver la cara de los chavales, me gusta comenzar. Cuando te apasiona esto, es el primer día de muchos que esperas ser feliz. Ha sido un día muy bueno, un poco diferente por haber más charlas, más reconocimientos. A partir de mañana se normaliza todo y al lío, que el sábado hay partido», indicó.
Mosquera se pronunció sobre el tema de moda del filial blanquiazul, la decisión de rechazar a última hora la incorporación de Julio Rey por unos comentarios ofensivos al club hace varios años. «No tengo elementos de juicio para valorar esta decisión, lo que sí hago es respaldar totalmente al club en su decisión. Realmente, yo nunca me meto en fichajes. Soy el entrenador, hay mucha gente trabajando y muy bien para que los entrenadores tengamos buenos equipos», aseguró. Además, explicó que esa baja no le afecta nada en la plantilla. «Era un jugador más, ahora es un jugador menos. Si no está uno, estará otro. Aquí siempre funcionamos muy bien y no trastoca, tenemos un número muy bueno de jugadores», dijo.
Como buen canterano de antaño, el técnico del filial blanquiazul sabe que han crecido las posibilidades de que los chavales de casa consigan lograr una plaza en el primer equipo. «Víctor ya habló conmigo y también le dio una charla a los chavales. Y las charlas de Víctor no son charlas baldías. Ya hay jugadores con él, me ha dicho que está contentísimo con los jugadores. Yo ya le he dicho que yo trabajo para él, todos los chavales también. Trabajamos para que los jugadores estén con Víctor. Yo soy canterano. Han cambiado los tiempos, en el año 88-89 no subíamos. Hay que aprovechar cualquier resquicio. En cuanto cualquier jugador de la cantera cumpla y sea válido en el primer equipo, le va a abrir la puerta al segundo y este al tercero. No me importa que Rober, Pinchi, Dani Iglesias estén mucho tiempo con él. Lo importante es el primer equipo«.
Para finalizar, Mosquera habló sobre Nico Pandiani, hijo del goleador uruguayo, que está prueba en el Fabril para ganarse un puesto como defensa central. «Uno más. No necesito saber los apellidos. Yo lo que tengo es un chaval que tiene una oportunidad para estar aquí y para quedarse aquí. Lo más importante es el chaval e incluso no deberíamos relacionarlo por el apellido. Se llama Nico y le he llamado Nico toda la mañana. Si Nico se lo gana, se va a quedar», zanjó el técnico fabrilista.