-«¿Pero como vas a ser delantera y jugar con el 2? ¿Que te vas de Toquero?»
-«No. A mí me gusta Manuel Pablo».
Un cromo en la cartera -¡con casi veinte años!-, un ídolo desde pequeñita y el 2 para toda la vida. Porque Manuel Pablo no es el que más camisetas vende, pero sí el de los aficionados más fieles, de esos que lo defienden a capa y espada; en las peores tormentas, cuando ya nadie confía.
Y es que, ¿cómo no van a bancar a un tío que goza del elixir de la eterna juventud? Ese que tanto se tiñe la barba de rubio como se pone a jugar al Virtua Tennis en la PS3 de Filipe Luis -cuando el brasileño vivía en A Coruña y eran vecinos-, hasta las tantas de la mañana.
¿Cómo no van a bancar al tío del rostro desenfadado, la sonrisa perenne y el corazón entrañable? Ese buen hombre al que cualquier abuela gallega querría como hijo u yerno.
¿Cómo no van a bancar a un tío de 39 años que salta de titular al Bernabéu, tras estar toda la temporada en blanco, y cumple con creces? -Aunque en la retina de los más críticos tan solo quede la elástica de Cristiano-.
Y es que solo vi una vez triste a Manuel Pablo en mi vida y fue el día de su fatídica lesión. Bueno, miento, también lo hizo con cada recaída de Valerón -hablar del «2» y no citar al «21» es como escribir del Deportivo y no mencionar A Coruña-. Porque en el descenso aún ni habíamos bajado y el abuelo ya se preparaba para vuelta. «Diles que salgan, host…» gritaba desesperado, y ahí estaban los Adrián López, Pablo Álvarez o Andrés Guardado, de vuelta, siguiendo al líder de la manada.
Porque ya lo decía mi amiga: la camiseta del ‘pelao’ ni se alquila ni se vende; es una reliquia. Y él, un mito.
Por eso, y por tantas otras cosas, felices cuarenta tacos, Manolo, y gracias, gracias por lo que nos das.
MENSAJE DE ALDO DUSCHER A MANUEL PABLO:
Manuel Pablo como jugador es uno de los mejores laterales derechos de la historia del Dépor. Tuvo la mala suerte de la lesión sufrida pero nunca bajó su nivel, siempre con mucho profesionalismo y dedicación. Como persona qué decir si todo el mundo ya lo conoce. Muy buen compañero, mucha humildad y muy amable. Desearle felicidades a la distancia, desearle lo mejor y felicitarlo por la gran carrera deportiva que está realizando.
MENSAJE DE HÉCTOR BERENGUEL A MANUEL PABLO:
Lo que mejor recuerdo de Manuel Pablo es lo buen futbolista y mejor persona que es. Coincidí con él varios años y puedo decir que es un gran compañero.