Alfonso Núñez nos trae una semana más un artículo de su sección ‘Desde la tele’. Esta vez, analiza el papel de José Luis Oltra en estos 21 partidos que han llevado al Deportivo a ser campeón de invierno.
Me siento delante del ordenador y empiezo a confeccionar mi texto semanal con la web de referencia para todo el deportivismo. Nuestra particular maratón se encuentra a mitad de camino y el resultado hasta le fecha es positivo.
Tras 21 jornadas en el infierno de la Segunda División el equipo es primero después de ganar trece encuentros. Esta columna se centra en la figura de José Luis Oltra, el entrenador que en verano se hacía cargo de la nave blanquiazul. Muchos han criticado, yo el primero, el juego del equipo en algunos tramos de la temporada, pero creo que los resultados obligan a una reflexión general en torno a la labor del entrenador blanquiazul.
Oltra cogió a un equipo histórico y obligado a buscar el ascenso de categoría. Todos los rivales salen extramotivados ante un Dépor que es el rival a batir de la categoría. Todos llevamos un entrenador dentro de nosotros pero el que se encuentra con los jugadores cada mañana en el vestuario es José Luis Oltra. El técnico debe guiar al Dépor a Primera División y para ello debe tomar decisiones que a veces no gustan a los aficionados. Si logra el objetivo sus detractores se agarrarán a la facilidad que entrañaba este proyecto. Si fracasa su nombre estará ligado al de un gran fracaso deportivo. Oltra ha conseguido que Riazor sea un fortín y sólo Hércules y Nástic han sumado en tierras coruñesas, factor clave para todo equipo que desee subir de categoría.
Soy el primero al que el juego del equipo no convence en ocasiones pero también soy consciente de la presión a la que se ha visto sometido un Oltra que no acaba de calar dentro de la afición. Tal vez sólo sea una percepción desde la lejanía pero es el momento ideal para que todos rememos del mismo lado y el Dépor siga aumentando la distancia con sus más inmediatos perseguidores.
Los juicios tienen que realizarse a final de temporada y a pesar de que el resultadismo se ha instalado en todos los corazones blanquiazules y en el mundo del fútbol en general, no seré yo el que reste mérito a una más que aceptable primera vuelta del Depor.