Aunque no es un mercado donde el Deportivo se haya prodigado en exceso, los fichajes a coste cero en ligas extranjeras y sin experiencia en España han traído consigo tanto fracasos como auténticas perlas. ¿Qué camino seguirán Culio, Rudy o Wilk?
Tres de las nuevas incorporaciones del Deportivo de Augusto César Lendoiro y Fernando Vázquez, Juan Emmnauel Culio (Buenos Aires, Agosto de 1983), Carlos Wilson “Rudy” Cachicote (Lisboa, Mayo de 1989) y Cezary Wilk (Varsovia, Febrero de 1986), han ilusionado a la afición deportivista desde que se conocieron sus respectivas llegadas. Wilk y Culio, los últimos en llegar, disponen de una buena carta de presentación, participaciones en competiciones europeas mediante: capitanía en su club e internacionalidad del polaco, talento y zurda exquisita palpables en el caso del argentino. Rudy, por su parte, y pese a una trayectoria extraña, deja entrever detalles de gran futbolista y posibilidades de enorme proyección. Pero, ¿qué impacto podrán tener en la Liga Adelante si ninguno goza de experiencia previa en España? Analizando los precedentes más cercanos, desde la campaña 2000/2001, predomina más el fiasco que el éxito, aunque algunos de estos futbolistas, los menos, sí pudieron consolidarse y ser importantes para el primer equipo.
Colotto, Andrade, Munúa, Guardado, Pandiani, Duscher. Sin duda, seis grandes nombres que dieron un gran rendimiento a la disciplina blanquiazul pese a no contar con ningún ‘partido español’ en sus botas. La mayoría llegaron como desconocidos y se fueron, en mayor y menor grado, dejando un gran bagaje en el club herculino. Sin embargo, todos cuentan con un denominador común: fueron fichados mediante traspaso. Y Culio, Rudy y Wilk llegan al Dépor a coste cero, por lo que aquéllos quedan excluidos de la comparación.
A coste cero
En la temporada 2000/2001, con Jabo Irureta dirigiendo la nave, llegaba desde Brasil y libre del Palmeiras César Sampaio (São Paulo, Marzo de 1968), internacional y con pasado en Japón. Considerado en su día como una extraordinaria incorporación para un conjunto que venía de ganar la liga, la sombra de Mauro, Donato o Emerson fue muy alargada para un futbolista que llegaba ya en la recta final de su carrera. Aún con todo, dispuso temple y calidad los pocos partidos que estuvo sobre el césped, dejando un grato recuerdo.
Para encontrar a otro fichaje de iguales características hay que saltar parte de aquel Dépor de principios de siglo, en lo alto de la cresta, ganador y millonario, que desembolsaba grandes cantidades en traspasos. Así, no es hasta la temporada 2005/2006, y ya con Joaquín Caparrós gritando en la banda, cuando Julien De Guzmán (Toronto, Marzo de 1981) aterriza en Galicia desde el Hannover 96 alemán, equipo en el que había estado trabajando como ojeador Richard Moar, ahora en el Udinese, otrora hombre importante de la secretaría técnica deportivista. El canadiense, un pivote dinámico de pulmón incansable, rindió con altibajos durante los cuatro años que se enfundó la elástica blanquiazul. Para el recuerdo queda una campaña espléndida (2007-2008), 97 partidos en Primera con el Dépor, el cariño de la hinchada y frases como «si le marco al Madrid puedo aguantar un año sin tener sexo». Esa misma temporada, y previo pago cercano a los tres millones de euros, también Sebastián Taborda llegaba de Uruguay para fracasar estrepitosamente en A Coruña.
Dos temporadas después, 2007/2008, y con Miguel Ángel Lotina estrenando un banquillo campeón de Liga, Andrés Guardado firmaba por el Deportivo tras un pago millonario y Lassad Nouioui, de la mano de un agente y junto a otros futbolistas, desembarcaba en Abegondo. Tiempo después y tras un par de años en el Fabril, el tunecino se convertiría en uno de los futbolistas destacados de la primera plantilla. Ese curso, con Lotina al mando, el Dépor rozó el descenso en una primera vuelta horrorosa para terminar alcanzando la Intertoto. Christian Wilhemsson (Malmö, Diciembre de 1979), sueco proveniente del Bolton, llegó en invierno a cubrir la lesión del propio Guardado y se destapó como ídolo de la hinchada y uno de los grandes artífices de aquel resurgir. Sin embargo, aunque brillante, fue efímero el paso del nórdico por tierras galaicas: seis meses después, tomó rumbo a Arabia Saudí, donde permaneció cuatro años.
En la 2008/2009, Lendoiro volvió a repetir su travesía hacia México y del país azteca se trajo a uno de los grandes goleadores del campeonato local tras finalizar contrato con Chivas de Guadalajara: Omar Bravo (Los Mochis, Sinaloa, Marzo de 1980). Internacional, goleador y tremendamente respetado en su país, el caso del sinaloense es el paradigma de la no adaptación a Europa, a la liga española. Quizá mal gestionado por Lotina, quizá simplemente desubicado o fuera de sus mejores años, el mochiteco no dio el nivel a este lado del Atlántico. Jugó tan solo nueve partidos en Liga, de los cuáles dos como titular, convirtiendo un tanto. Retornó a su país –a préstamo- incluso antes de finalizar la temporada, en el mes de marzo, para disputar el Clausura. Poco después, a su vuelta, se desvinculaba del club, confirmando así el fiasco pese a las altas expectativas que la secretaria técnica gallega había depositado en él. De México también –Atlas- pero con resultado opuesto, llegó ese mismo verano Diego Colotto a la entidad blanquiazul como sustituto de Coloccini y tras desembolsar alrededor de dos millones y medio de euros. Una de cal y otra de arena, el central vivió sus mejores años como futbolista en sus últimas campañas como deportivista. El cántico ‘Colotto quédate’ así lo atestigua.
2009/2010 fue el año de ‘O Bombardeiro’. Con ese sobrenombre era conocido el intenso mediocentro brasileño Juliano Roberto Antonello ‘Juca’ (Passo Fundo, Noviembre de 1979) que el Dépor pescó gratis del Partizán de Belgrado. Aterrizó en Europa ya cerca de la treintena y en la liga serbia se ganó a pulso su apodo a base de potentes lanzamientos, tanto en jugada como a balón parado. Sin embargo, las lesiones marcaron su etapa en A Coruña. Jugó unos escasos 16 partidos ligueros en su primer año, anotando tres goles y dejando dispares sensaciones. En su segundo curso, sus participaciones descendieron aún más, hasta ocho, y regresó a Brasil. Sorprendentemente, todavía juega en el Ceará. Pivote de garra, agresivo y despojado de calidad técnica, es recordado con tibieza entre la hinchada herculina debido a sus problemas físicos y dudoso rendimiento, pero su extraordinario gol de falta frente al Villarreal no dejará de mencionarse. Cedido de la liga portuguesa también había llegado el colombiano Bryan Angulo, inédito en todo el año tras una grave lesión y ahora en el Granada.
También cedidos, fueron blanquiazules en la 2010/2011 Pepe Sand, Rindaroy y Urreta. Los tres sin experiencia en España y los tres de difícil calificación si se juzga tan solo su paso por el Deportivo. Dos comenzaron la temporada y no llegaron al final (Rindaroy y Urreta) y el otro, Pepe Sand, fichó en el mercado de invierno para casi no jugar; mucho menos meter goles. En propiedad y libres llegaron el mundialista Claudio Morel (Asunción, Febrero de 1978) e Yves Desmarets (París, Julio de 1979), del que Lotina afirmó que iba a “sorprender”. Seguro que se referiría a que lo haría de manera positiva, pero el haitiano disputó tan solo 12 partidos y de manera mediocre tras llegar del Vitória Guimarães. Será recordado por ser un futbolista trabajador que persiguió su sueño, sueño que le llevó de conducir autobuses en París a jugar en la Liga BBVA. El paraguayo, por su parte, tampoco tuvo el éxito que cabría esperar de todo un internacional con gran cartel en Sudamérica. Tras casi 150 partidos con Boca Juniors arribó al Dépor. Intermitente, jugó 15 partidos el año del descenso y, ya en Segunda, contribuyó al ascenso ganándose la titularidad para acabar disputando 18 choques, dejando al final un buen sabor de boca entre la afición, pese a sus múltiples carencias y la sensación de que Europa le quedaba no grande, sino rápida.
Ese año del ascenso, 2011/2012, con José Luis Oltra a la cabeza, dos debutantes en España sí cuajaron grandes actuaciones: Diogo Salomão y Bruno Gama. El primero llegó cedido –también una segunda temporada- y el segundo, obra y gracia de Mendes, sigue siendo una de las estrellas del actual Deportivo, en lo que puede considerarse como el mejor fichaje sin coste –pese a las extrañas condiciones que rodean su pase- de la entidad coruñesa en los últimos años.
Y, por último, también por parte de Mendes, llegaron al Dépor como cedidos en la 2012-2013 y sin experiencia en el campeonato español: Evaldo Fabiano, Nélson Oliveira, André Santos, Roderick Miranda y Tiago Pinto. El resultado, similar en todos los casos y nada satisfactorio, descenso incluido. También hay que sumar a la lista a Claudiano Bezerra «Kaká» (São Luís, Maranhão, Mayo de 1981), cedido en el Dépor el invierno pasado y fichado a coste cero este verano, aunque el rendimiento del central brasileño todavía está por ver.