El próximo domingo regresa a Riazor. Tras un breve pero intenso paso por el conjunto herculino, el técnico valenciano regresa al mando del Mallorca. Repasa su trayectoria en Coruña, el ascenso, sus números y su relación con la prensa, la afición y la gente del club.
José Luis Oltra Castañer (Valencia, 24/03/1969) es un tipo afable y dialogante. Su año y medio como entrenador del Dépor no dejó indiferente a nadie. Amado para cierto sector del deportivismo y siempre criticado por otro, la realidad es que el valenciano estableció el récord de puntos logrados por el Dépor en una temporada. El ahora técnico del Mallorca contesta a todas las preguntas planteadas desde Riazor.org.
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¿Cómo te van las cosas por Mallorca?
Pues las cosas marchan bien en el sentido de que yo estoy contento aunque sabemos que vamos por debajo del objetivo. Me recuerda bastante a los inicios en Coruña y eso sirve de experiencia. Allí nos costó mucho, había mucha presión, venía el Dépor de muchos años en Primera División y necesitabamos ascender de manera imperiosa. Al final pudimos enderezar el rumbo, logramos el récord de puntos y fue un año maravilloso, algo que espero repetir aquí. En Mallorca vamos creciendo y mejorando aunque necesitamos más continuidad y por eso ahora lo estamos pasando algo regular porque hay presión, como no puede ser de otra manera.
¿Te sirve esa experiencia en el Dépor para ser algo más optimista con este Mallorca?
Seguro. Yo estoy muy contento de haber entrenado a un equipo como el Dépor, con esa afición. A mí me dio un bagaje importante. Creo que salí de allí siendo mejor entrenador y eso te hace tener más experiencia. Es difícil explicar a la gente esta situación pero a mí me hace estar más tranquilo y convencido, e incluso más ilusionado. Queda tiempo, se puede mejorar y se podrá conseguir el objetivo.
¿Cómo es este Mallorca y qué similitudes tiene con tu Dépor?
Hay diferencias porque son plantillas y temporadas diferentes. Cambia la categoría y los jugadores. Nosotros empezamos siendo un equipo alegre porque además en pretemporada nos fue bien. Pero las tres primeras jornadas nos lastraron mucho en cuanto a goles encajados y malas sensaciones e intentamos ser un equipo más consistente. A partir de ahí hemos mejorado en busca de un equilibrio. Tratamos de ser protagonistas, de llevar el peso de los partidos, y de ir a por los rivales, pero sabiendo que tenemos que mejorar en lo defensivo.
¿Es el número de goles el gran hándicap de este equipo?
Yo creo que ésta es la faceta en la que tenemos que dar un paso al frente. Es cierto que de los últimos ocho encuentros, en cinco dejamos la portería a cero. Es cierto que cuando hemos encajado nos han marcado más de un gol. En seis partidos nos han metido veinte goles, más de tres por partido y eso no es asumible. Pero las valoraciones hay que hacerlas al final aunque los datos nos ayudan a saber que cuando somos sólidos y estamos fuerte atrás tenemos más posibilidades de éxito.
Y ahora a Riazor, ¿cómo está siendo esta semana en el plano personal? ¿Es especial?
Por supuesto. Al Dépor le tengo mucho cariño. Fueron dos años maravillosos tanto en lo personal como en lo profesional. Tengo muchísimos amigos dentro del club y en la ciudad y es una semana diferente y especial. Incluso va a viajar mi familia, porque a pesar de que estamos bien en Palma sienten morriña de la ciudad y tienen muchos amigos, tanto mi mujer como los niños. En lo deportivo es un partido diferente. Tenemos necesidad y el domingo debemos ganar pero tanto antes como después del partidos saludaré a los amigos. Vuelvo a la que considero mi casa, a una afición que me trató fenomenal y en ese aspecto es un partido que poco tiene que ver con el resto.
Si me permites salirme un poco del guión, ¿dónde vive mejor la familia, en Palma o en Coruña?
En todos los sitios hemos estado contentos. En Palma los niños están fenomenal pero en Coruña estuvimos de manera maravillosa y a ellos les costó salir de allí. De hecho, al llegar a Palma querían volver para Galicia. Todo tiene sus ventajas e inconvenientes y te vas adaptando, pero es cierto que en Coruña estuvimos realmente bien.
¿Puede ser el partido en Riazor el punto de inflexión para vosotros viendo lo que os cuesta ganar a los equipos de arriba?
Ese es el deseo. Es un partido de una gran dificultad por el ambiente y lo que anima la afición. Pero lo vemos como la oportunidad de refrendar nuestro trabajo y ojalá salgamos victoriosos porque además de la clasificación, siempre viene muy bien ganar al que ahora mismo creo que es el equipo más en forma de la categoría. Son sólidos y tienen las ideas muy claras.
¿Te sorprende el rendimiento de este Dépor?
No me sorprende. Lo esperaba y si en el inicio de la competición nos preguntan a los entrenadores por los favoritos todos sin excepción habríamos nombrado a Dépor, Zaragoza, Mallorca sin olvidarnos de Sporting, Las Palmas o Recre. Es cierto que fue un verano convulso para el Dépor pero al final, dentro de sus posibilidades, ha confeccionado una plantilla competitiva y compensada. Muy compensada. Los resultados acompañan y eso te da más estabilidad a la hora de trabajar.
¿Qué te parece el trabajo de Fernando Vázquez?
Maravilloso. Es un gran entrenador y tengo muy buena relación con él. Me alegro que las cosas le vayan tan bien. Es un gran técnico y lo está demostrando una vez más.
¿Te sorprende el rendimiento de algún jugador de la plantilla?
La fuerza del Dépor es el colectivo. En lo ofensivo está claro quién es el que marca, el que asiste, el que ejecuta el balón parado, no hace falta que diga nombres. De los que estaban conmigo, gente como Juan, Álex, Carlos (Marchena), Laure, Manuel Pablo les veo muy bien y cualquiera de los nuevos como Rudy o Culio están haciendo una gran temporada.
¿Mantienes el contacto con alguno de ellos?
A veces sí que lo hago. Es cierto que no soy mucho de llamar y en ocasiones son ellos los que te llaman a ti. En situaciones puntuales o noticias de las que te enteras sobre algún jugador pues sí te pones en contacto para dar la enhorabuena o felicitarles a través de una llamada o un whatsapp. A día de hoy lo hago con algún futbolista de la plantilla actual del Dépor y con jugadores de otras. Es difícil hacerlo con todos pero con más de uno sí tengo muy buena relación.
Seguro que el 31 de julio enviaste más de un mensaje, ¿cómo viviste ese día tan angustioso para el deportivismo?
Lo viví con sufrimiento porque hay mucha gente que aprecias, una afición que lo sufre e incluso en el plano personal se me adeuda mucho dinero y soy un acreedor más, por desgracia para mí. Yo tenía expectativas de que las cosas fueran bien para percibir algo. Pero el Dépor es un club con un gran respaldo, gente con mucha pasión y sentimiento y de alguna manera no puede dejar de existir.
¿Cómo es tu relación con Lendoiro?
Mi relación es inexistente. No quiero entrar mucho en estos temas pero, después del día en que me destituyó nunca más volvimos a hablar y no sé absolutamente nada del presidente. Le pedí por favor que se portara bien conmigo en lo económico, después del daño que me hizo en lo profesional y en lo personal, y no hubo respuesta. No he hablado porque soy entrenador del Mallorca y estoy preocupado por otras cosas. Le tengo mucho cariño al Dépor por encima de todo y ojalá pudiéramos ascender los dos a Primera. Todo lo demás queda en un segundo plano.
¿Esperas un buen recibimiento de Riazor?
Por supuesto. De hecho si no me hubiera sentido querido y respetado no me hubiera quedado seis meses más viviendo en Coruña. Yo lo hice porque la gente me hizo sentir bien y con continuas muestras de cariño. Yo no tengo dudas, siempre puede haber de todo pero espero un recibimiento cordial y bueno, aunque luego harán todo lo posible por apoyar al Dépor y estar contra del Mallorca como es normal. Yo siempre he tenido muestras de cariño hacia ellos y me sabe mal la forma en que salí. Me dolieron las formas y el momento, pero son cosas que pasan y no quiero remover. Al final cada uno defiende lo suyo, pero yo al Dépor le deseo lo mejor.
¿Crees que se te trató de forma justa desde el periodismo coruñés?
Yo lo que creo es que llegué en un momento difícil y la sensación que tengo es que nunca se llegó a valorar bien las cosas que logramos. Siempre que he entrado en la sala de prensa lo he hecho desde el cargo de entrenador, nunca como el José Luis Oltra persona. Si me conocieran, muchos no opinarían de mí como hicieron. Yo he entrado a defender a un club, me he identificado con unos futbolistas a los que he defendido a capa y espada porque creo en ello. Siempre digo lo que pienso y lo que siento y eso a veces no acaba de gustar. Igual que a mí no me llegaron a gustar ciertas actitudes o comportamientos pero esto forma parte de la relación profesional. Después me fui y siempre que he hablado fuera de micrófono mi relación con todos ellos ha sido cordial y educada. Aunque muchos no lo crean yo les tengo cariño y me va a alegrar verlos en la rueda de prensa posterior al partido. La relación fue la que fue y con el tiempo yo me siento mejor entrenador. Probablemente a algunas cuestiones no respondería o algunas cosas que hice no haría, pero en el momento que era volvería a repetir lo mismo porque en ese momento haces lo que crees que es mejor para tu equipo aunque no sea lo mejor para ti.
¿Te duele que no se te reconozca tu labor en el Dépor?
Yo creo que la gente al final sí lo ha valorado y esa sensación aumentará con el paso de los años. Disfrutamos con el récord de puntos, con el juego, con las victorias, con las sensaciones… durante la temporada se hace más difícil de entender. Hoy en día, desde la distancia parece que se valora mucho más. Yo me alegro por Fernando que se lo merece pero en esa comparativa que siempre es odiosa ves las diferencias. La situación es distinta, tanto en lo económico como en lo social y aquel año había más presión. Por eso no se puede comparar lo de antes con lo de ahora. No tengo nada que recriminar a nadie. Fueron dos años muy bonitos. Me quedo con lo positivo, con el trato, con el ascenso, con muchas imágenes, con todos los amigos y con lo bueno y lo malo.
¿Firmamos por lo tanto el ascenso de Dépor y Mallorca?
Por supuesto, lo firmamos ya mismo.