El técnico deportivista trató de encontrar un punto de vista a la complicada situación de su equipo, colista, y admitió que “solo queda levantarse y seguir trabajando”.
El Deportivo de La Coruña volvió a caer nuevamente en la Liga BBVA, esta vez ante el Espanyol por 2-0 en el estadio Cornellá-El Prat. El técnico herculino, José Luis Oltra, compareció tras el partido en rueda de prensa para dar la cara ante un nuevo mal resultado de sus pupilos. “Vamos a seguir a un partido de la salvación. Si quieres que pongamos el calificativo de dramático, lo ponemos, pero prefiero ver el vaso medio lleno. Este equipo ha estado un 27 de enero a 5 puntos de la salvación, lo cual es peor todavía que nuestra situación, pero es cierto que el equipo no está bien, llevamos malos números y no voy a negar la evidencia. Eso es de necios y no me considero ningún necio”, aseguró ante los medios de comunicación en Barcelona.
El preparador valenciano es sabedor de que todavía quedan muchos detalles por pulir en el juego de sus futbolistas, tanto en lo individual como en lo colectivo, pero apeló a la unión como solución a los problemas del cuadro blanquiazul. “Queremos cambiar la dinámica ya. Conocemos la situación y somos buenos profesionales. El equipo quiere y lo intenta y vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano a nivel de trabajo, dedicación y responsabilidad. Queremos, pero no está saliendo como nosotros deseamos”, admitió acerca de la mala fortuna que considera que afecta a los partidos de su plantel.
En cuanto al partido en sí, el entrenador desveló que le hubiese “gustado jugar con dos puntas, pero no los tenía”, en relación a unas molestias estomacales de Riki. Además, afirmó que hoy tenían el partido “más o menos controlado” hasta que Simão abrió el marcador. No obstante, Oltra no quiere ni hablar de reproches ya que “el equipo lo intenta y saca diez o doce córners, pero con poca claridad en el juego ofensivo”, argumentó.
Aguirre, inconformista
Por su parte, la figura de Javier Aguirre sale muy reforzada del duelo con los coruñeses. El entrenador mexicano, que ha cogido el mando del equipo recientemente, no se ha querido mostrar satisfecho a pesar de cosechar los tres puntos ya que, según él, “no hemos tenido la posesión que queríamos y he visto más grietas en defensa de las que queríamos tener”. Además, el azteca puntualizó que este había sido “un choque a cara de perro” y “el más abierto de todos los que hemos disputado” desde que cogió las riendas del Espanyol.