El Deportivo afronta mañana ante el Xerez el primer ‘match ball’ de cara a conseguir el ascenso, aunque los blanquiazules no dependen de sí mismos y deberán tener un ojo en Vigo y otro en Valladolid.
El partido de mañana domingo ante el Xerez se postula para el Deportivo como la primera oportunidad de conseguir el ascenso matemático a la categoría de oro del fútbol español. La primera, utilizando un símil del mundo del tenis, bola de partido. Para ello deberá conseguir los tres puntos y esperar que alguno de sus inmediatos perseguidores pinche en sus respectivos encuentros. Una probabilidad difícil tal y como están el conjunto olívico y el pucelano.
Si el Celta pierde o empata hoy ante el Alcoyano, los de Oltra saltarán mañana al césped de Chapín sabiendo que dependen de sí mismos, ya que una diferencia de nueve puntos con el Celta es suficiente gracias al golaverage en favor de los coruñeses.
Si los vigueses ganan, los blanquiazules deberán esperar a ver qué ocurre en el partido que enfrentará al Valladolid con el Sabadell, donde sólo les valdrá una derrota pucelana para certificar el ascenso, ya que si empatan la renta de goles particular está a favor de los blanquivioletas.
En todo caso, si los de Oltra consiguiesen la victoria y Celta o Valladolid hiciesen lo mismo, los blanquiazules pasarían a depender de sí mismos en la siguiente jornada, ya que una victoria en Tarragona ante el Nástic les devolvería a Primera División matemáticamente, sin depender de ningún otro resultado.
Guardado y Lassad podrían perderse el último encuentro en Riazor
Debido a sendos compromisos con sus respectivas selecciones nacionales, tanto Andrés Guardado como Lassad Nouioui podrían perderse el partido ante el Huesca en Riazor ya que disputarían partidos amistosos ese mismo fin de semana. No obstante, al encontrarse el primer amistoso fuera del calendario FIFA, el club herculino podría pedir e incluso negarse a ceder a sus jugadores.
José Luis Oltra ha asegurado que si por esas fechas el ascenso aún no está asegurado, utilizará su derecho de no dejar viajar a sus jugadores, ya que son piezas clave en su esquema de juego.