Así tituló Alfonso Daniel Rodríguez Castelao su única novela, y así se podría reconocer a la pareja que alineó en el centro del campo Víctor Fernández ayer ante el Athletic.
Juan Domínguez y Álex Bergantiños repitieron titularidad a pesar de la debacle del equipo coruñés en Villarreal y de la dura goleada encajada (3-0). Anteriormente, habían coincidido en el terreno de juego como titulares únicamente en la victoria en Éibar (0-1) y gracias precisamente a un tanto del de Pontedeume, si bien en aquella ocasión jugó como mediapunta y la pareja de baile del de la Sagrada Familia fue Haris Medunjanin.
El sábado ante el Athletic de Bilbao el técnico deportivista decidió insistir con ambos jugadores, quizás con la idea de tratar de recuperar la mejor versión de un Juan Domínguez al que la escuadra herculina necesita urgentemente, y más aún teniendo en cuenta el bajo nivel mostrado en los últimos choques por parte del bosnio Medunjanin.
En esta ocasión, y sin ser tampoco el mejor encuentro de ninguno de los dos, la receta funcionó y se pudo ver a un Deportivo más conjuntado que en las últimas jornadas. Especialmente destacable fue la aportación de Bergantiños, que asistió a Cavaleiro en el gol, y que también facilitó el pase a Toché en el gol que le invalidaron al murciano por un dudoso fuera de juego.
El triunfo cosechado y la más que aceptable imagen mostrada por ambos, hace pensar que se pueda dar continuidad así a un centro del campo formado por jugadores curtidos en Abegondo y que fue protagonista en los dos últimos ascensos del club coruñés a Primera División, tanto con José Luis Oltra como con el gallego Fernando Vázquez.