El Deportivo continúa trabajando para cerrar operaciones este verano, tanto de entradas como de salidas, pero de fondo mantiene un hilo argumental que atrae los focos de su mercado: Diego Rolan. La situación del delantero uruguayo se ha convertido ya en un auténtico culebrón que, lejos de resolverse, no para de sumar capítulos semana tras semana. El último parece alejarlo de A Coruña, ya que el Girondins de Burdeos ha comenzado la pretemporada y uno de los presentes era el punta, que ya ha completado su primer entrenamiento con el equipo francés.
Como todo buen misterio, el propietario de sus derechos sigue sin estar claro. Al menos de la misma forma para ambos clubes. Porque si bien el conjunto galo asegura que el acuerdo con el Dépor se rompió tras el descenso a Segunda, en la Plaza de Pontevedra no paran de afirmar que Rolan es a todos los efectos jugador blanquiazul.
Ni Tino Fernández, ni Carmelo del Pozo aseguraron nunca que el charrúa jugaría en A Coruña la próxima temporada. Porque la pérdida de categoría, como a muchos otros futbolistas de la nómina deportivista, le reducía su salario considerablemente. Pero lo que sí dejó claro el director deportivo es que la operación sería siempre beneficiosa para el club coruñés: «Creo que todo movimiento con Rolan será ventajoso. Porque si ahora no quiere estar en el Depor porque ha descendido, habrá beneficio económico. Y si se quiere meter en el proyecto de Segunda será el mejor refuerzo. El Depor será el más beneficiado en cualquier caso. Vamos a darle tiempo«.
Lo que puede deducirse de todo este lío, cuyo no final no parece estar cercano todavía, es que Diego Rolan no jugará en el Deportivo esta temporada. Bien sea porque la razón la tiene el Girondins de Burdeos y los derechos del jugador les pertenezcan, o bien porque el interés del punta en jugar en Segunda es más bien escaso. Sea cual sea el desenlace, el club blanquiazul debe centrarse ahora en, al menos, sacar algún tipo de rendimiento económico a uno de los movimientos más opacos de los últimos años