Quizá ahora parezca un recuerdo lejano, pero el nombre de Paco Jémez monopolizó las portadas y los debates en el entorno del Deportivo allá por el mes de junio. Tras anunciarse que Víctor Sánchez del Amo no continuaría en el banquillo blanquiazul fueron muchos los técnicos que aparecieron en las quinielas para la sucesión, pero el antiguo defensa del club herculino pareció por momentos el gran favorito para ocupar el cargo. Sobre todo por buena parte de la hinchada, que manifestó a través de las redes sociales su predilección por el ex del Rayo Vallecano.
Jémez negoció con el Dépor, además de con otros clubs como el Espanyol, sin llegar a cerrar un acuerdo. Las diferencias económicas entre lo ofrecido por la entidad y lo exigido por el entrenador imposibilitaron su regreso a Coruña. La dirección deportiva se decantó por un candidato de un perfil prácticamente antagónico, el de Gaizka Garitano, mientras que Paco firmó un sustancioso contrato por el Granada CF. Un vínculo que se extendía hasta junio de 2019 y que supuestamente mostraba la intención de ambas partes de desarrollar un proyecto a medio-largo plazo.
Tres meses y seis encuentros después, el club andaluz ha anunciado el despido del técnico. «El Granada CF ha decidido dar por concluida la etapa del entrenador Paco Jémez al frente del equipo. Tras estudiar detalladamente la situación actual y los resultados obtenidos, se ha tomado esta determinación de forma unánime», explica el comunicado oficial. Unos resultados que se resumen en dos empates y cuatro derrotas, sólo dos puntos, así como 7 goles a favor por 15 en contra.
Es posible que los excesos verbales de Jémez no hayan pesado a favor de su continuidad en el banquillo nazarí. «Los errores defensivos me preocupan tanto que me van a costar el cargo», anunció, de manera casi premonitoria, tras la derrota del pasado lunes contra el Alavés. El caso es que se ha convertido en el segundo entrenador cesado en lo que va de curso, después de que Pako Ayestarán fuese despedido del Valencia hace poco más de una semana. Antes del comienzo de la Liga, el fulminado fue Marcelino García, alejado súbitamente de la dirección técnica del Villarreal.