«Si viajo donde se presupone que soy culpable, no me van a quedar ganas». Esa es una de las frases de Anita Guerra, presidenta de la Peña Deportivista Chamberí, en una entrevista realizada por Radio Marca Coruña. El motivo de la misma, los abusos que sufrió la afición del Dépor en Ipurúa. De hecho, los aficionados entraron con el partido empezado a las gradas y otros muchos se quedaron fuera.
«Llegamos media hora antes de que comenzase el partido, ya que las medidas se están poniendo un poco estrictas, así que intentamos ir con un poco de tiempo a la entrada. Se nos dijo que la pancarta no podía entrar, y es verdad que han sacado una nueva normativa, en la que las pancartas deben ser ignífugas. Esta guerra creo que no corresponde librarla en la puerta, así que entregamos la pancarta», relata Anita Guerra.
Pero a continuación, llegó lo más grave. «Me cogen la mochila, en un registro normal y corriente. Después del cacheo, la señorita que me tocó me dice ‘no te asustes, te voy a meter las manos’. Introdujo las manos dentro de mi ropa interior, algo que me parece abusivo, humillante e inadmisible. En la grada me di cuenta de que no fue algo aleatorio, fue generalizado. Ahí fue cuando intentamos mover el asunto, hay ciertas cosas que no se pueden tolerar y hay que empezar a poner límites. Parece que no vamos a tener derechos tras pasar por un torno. Está muy de moda decir que la sociedad es democrática, pero realmente no lo es tanto».
Con esta bandera no nos han permitido entrar en el estadio @SDEibar y con la que hemos acedido en otras ocasiones#NoAlFutbolModerno pic.twitter.com/bKlTrUOcjk
— Ainda que estivera en 2 B🔻 (@15007_PD) October 16, 2017
Hoxe non entramos xa que a seguridade e a policia de Eibar nos obligaban a quitar todos os nosos distintivos. Unha vergoña!! pic.twitter.com/24WVl2dZ3k
— Riazor Blues (@RB1987Oficial) October 15, 2017
La hoja de reclamaciones perdida
«Al finalizar el partido fui a la puerta para pedir la hoja de reclamaciones, de hecho éramos varios los que queríamos denunciar. Casi ni me miraron a la cara, me mandaron de una a puerta a otra, y terminé dándole la vuelta entera a Ipurúa. Fui de un lado para otro, no aparecían las hojas, busqué al presidente de la Federación de Peñas, nos dijeron lo mismo. Cuando nos dijeron que era en una oficina debajo de la puerta cuatro ya había pasado un rato, así que no había nadie para atendernos. Tampoco pudimos pedir la hoja de reclamaciones, que hubiese sido lo suyo para cursar una reclamación formal».
Pero curiosamente, el Eibar sacó un comunicado. «En él dicen que se habían pedido los DNI como marca normativa. Nosotros entregamos los datos voluntariamente, pedirlo tres o cuatro veces es excesivo. Y las pancartas se retiraron, no se alzó la voz por eso».
De hecho, ahora mismo solo se está permitiendo la entrada de bufandas y de los propios aficionados. Irónicamente, Anita Guerra indica que «una bufanda no arde y nuestras camisetas tampoco. Solo arden las pancartas que a ellos les interesan. Vi banderas y pancartas del otro lado, del Eibar. Que me parece muy bien, igual que nosotros ellos también quieren llevarlas. Pero o somos todos iguales, o se rompe la baraja«.
Por otro lado, Anita añadió que «se nos trata como a delincuentes. Y eso es algo por lo que ni yo, ni el 99% vamos a pasar. Hemos llegado hasta aquí, esto es un punto de inflexión. La gravedad de los hechos de ayer es extrema». Ahora, se espera que haya una reunión «entre la Federación y el club para ver cómo se actúa. Habrá que pedir explicaciones al Eibar, es algo que queda entre ellos. Estoy a disposición de la Federación como del club. Veremos qué derroteros toma esto, pero no puede quedar así. El Eibar no atiende a razones. Le dieron todas las pancartas a los Blues y las nuestras deben estar en Coruña. He ido otros sitios sonde no puedes meter cosas y no hay problemas, tienen una consigna. No discuto con nadie en la puerta. Aquí lo tiraron todo al montón. Hubo una desorganización absoluta en la puerta 6. Le dieron la caja al primero que pasó por allí».
Eso sí, quiso hacer un inciso. «La gente de Eibar es extraordinaria, hemos pasado un fin de semana maravilloso. Nos tratan fenomenal y el ambiente maravilloso, no hay nada contra la afición del Eibar. Es contra el propio club». Pero como ella misma apunta «están destrozando el fútbol. Si siguen así, no habrá nadie que viaje. Si viajo donde se presupone que soy culpable, no me van a quedar ganas. Para eso me hago un viaje sin fútbol de por medio. Lo de Eibar fue un abuso».