La llegada de un delantero debe verse completada con la salida de algún jugador, ya que el Deportivo cuenta ahora mismo con 26 jugadores en plantilla.
El Deportivo sigue sondeando el mercado en busca de al menos un delantero centro nato que culmine los deseos de José Luis Oltra para tener una plantilla competitiva. En estos momentos la nómina de arietes la componen Riki, Nelson Oliveira y Bodipo. Los dos primeros no son ‘nueves’ puros, aunque lo pueden hacer muy bien en esa posición, mientras que Bodipo tiene difícil jugar minutos a lo largo de la temporada tal y como ha reconocido el técnico.
Si llega el ansiado delantero tan buscado en los últimos años, Oltra tendría a su disposición 28 futbolistas, incluídos Juan Carlos e Insua. La reglamentación de la Liga solo permite incluir 25 fichas, por lo que sobrarían tres. El claro candidato a abandonar el equipo es el asturiano Saúl Fernández. La competencia en su puesto es enorme, más aún con la llegada de Camuñas, y sus posibilidades de jugar son ínfimas si nos atenemos a la confianza que el técnico valenciano ha puesto en él desde su llegada.
La baraja se abre un poco más para los otros dos jugadores que podrían dejar el equipo, pero lo que sí parece claro es que será en forma de cesiones. Todas las papeletas apuntan a las de Juan Carlos e Insua. Ambos canteranos tienen pocas opciones de jugar pese a sus méritos. En el caso del central, se trata de la revelación del verano, gracias a sus dotes defensivos y a su capacidad goleadora. Mientras, Juan Carlos tiene mucha competencia en su puesto, por lo que una cesión ayudaría en el proceso de formación de un futbolista que apunta muy alto. Tampoco sería descartable la salida de Diego Seoane, aunque el propio jugador haya rechazado este mismo verano su salida como cedido, aunque no como traspasado.
La otra posibilidad es que los jugadores que no cuentan para Oltra se queden entrenando con el resto pero sin ficha del primer equipo. En el caso de los canteranos, no sería la primera vez que se ejercitan con los ‘mayores’ y juegan con el filial, pero un año en Tercera División no parece la mejor manera de que progresen ambos futbolistas. En el caso de Saúl, el jugador lógicamente no tendría siquiera esa opción, y debería esperar como mínimo hasta enero cuando se volviese a abrir el mercado para tener ficha en el Deportivo o en cualquier otro club.