Pepe Mel, entrenador del Deportivo, analizó en la previa contra el Betis la situación de su plantilla. En poco más de una semana, el nuevo técnico blanquiazul enfrentará su tercer partido en el banquillo.
Reconoció que la moral de sus jugadores es «fantástica» tras el empate contra el Atlético y la victoria contra el Sporting de Gijón. Los jugadores están cansados pero «mirando las cosas con optimismo como tiene que ser. Todos me han pedido que dijera, queremos darle las gracias a la gente por el desplazamiento masivo a Gijón. Estamos seguros que mañana van a hacer lo mismo, a nosotros nos toca poner la primera piedra, que es contagiarles».
Una de las intenciones de Mel es que todos los jugadores se sientan partícipes. «Cuando llega un entrenador, se tiene que amoldar a lo que tiene, examinar las cualidades de los futbolistas y a partir de ahí se elige una forma. La forma les va bien, así que no hay por qué cambiar muchas cosas. Tenemos poco espacio, llevamos ocho entrenamientos y tendremos cuatro partidos, casi jugamos parecido a lo que entrenamos. Queremos meter a la gente dentro, es muy importante, queremos que todos piensen que son importantes».
Prosiguió explicando que «mi obsesión es que todos los futbolistas piensen que el entrenador cuenta con ellos, cuando haces una convocatoria tienes que dejar a gente, lo mismo con la alineación. Que vean que soy cercano, que quiero contar con ellos. cualidades de cada uno pensando en los rivales que tenemos enfrente. Tener a todos disponibles para mí es bueno».
Una victoria contra el Betis significaría ir consiguiendo «lo que hemos venido a hacer aquí el cuerpo técnico nuevo, y lo que los futbolistas llevan anhelando mucho tiempo. Mirar hacia arriba con optimismo y sonreír, y tener espacio tiempo para hacer otras cosas. Este Deportivo debe aspirar a más cosas. La situación real es la que es, nos hemos metido nosotros solos y nosotros solos la tenemos que sacar. Los protagonistas son los que están abajo».
Reconoce que en caso de no ganar mañana, igual que no quiso tildar de final el partido en El Molinón, «quedarán muchos partidos, pero si ganamos mañana, metemos en el lío al Málaga y ponemos al Betis a un punto. Además está el estado anímico de los futbolistas, del «no ganas, no ganas, qué tengo que hacer». Con una victoria eso cambiará radicalmente, todo se ve de forma diferente».
Sobre el rival, el Betis
Para Mel no será extraño jugar contra el Betis, su antiguo equipo. «Quizá el partido extraño será el día que vuelva para enfrentarme al Betis a Sevilla. Por los sonidos del campo, el ambiente de la afición, que te recordará muchas cosas. Tenemos ahora mucho trabajo por delante, cosas inmediatas por resolver, hay un trabajo importante con el Deportivo como para pararte a pensar en eso».
Analizando el rival, el Betis es «distinto cuando juega fuera, quizá tenga más confianza en lo defensivo cuando juega fuera de casa. Están más juntos, no les exige el público, están más cómodos. Juega con defensa de cinco, el entrenador cambia o pone cuatro o tres por delante si sale con dos puntas, tres o cuatro. Lo que importa es lo que hagamos nosotros. Tenemos que poner intensidad pelear cada balón, esa es la idea de juego que hemos intentando inculcar. Todos los demás no van a jugar, así que todos los puntos que saquemos son ventaja».
En cuanto a las virtudes, el Betis de Víctor Sánchez del Amo «tiene buen juego por fuera, dos carrileros largos, un futbolista diferente que es Dani Ceballos por dentro. Petros es gran recuperador, han acertado con la incorporación de Rubén Pardo, es un jugador que da ritmo, sabe templar y marcar los tiempos. Arriba si la coge Rubén Castro con ventaja estás muerto. Son las virtudes. Los defectos me los voy a guardar, no queremos dar pistas».
El penalti contra el Sporting de Gijón
También hubo tiempo para hablar del penalti que lanzó Çolak contra el Sporting de Gijón, que falló, y que además provocó el enfado de Florin Andone. «No cerramos las puertas y se ven los entrenamientos, en la última sesión se lanzan penaltis. Pero ese día les dije que ellos eran los encargados, siempre hay uno que tiene molestias, otro con confianza. Pero mañana en la charla previa diré yo quién lanza los penaltis, hasta el punto de que si no hay nadie en el campo de los que elija lo tire Roberto Ríos», bromeó.
Explicó que habló con Florin Andone en el vestuario. «Si por algo nos tenemos que caracterizar es que somos un grupo, impera el colectivo. La individualidad resalta cuando el grupo va bien. Sabiendo que hay un compañero que ha decidido tirar el penalti, se acabó. Esto no es tenis, somos muchos, dependemos del trabajo común. Nosotros remamos a una».