Después del buen sabor de boca dejado en su estreno, Pepe Mel afronta mañana en el Molinón su primera final como técnico del Dépor. El técnico es consciente de lo que se juega el equipo, aunque no lo considere definitivo: «Quedarán 13 partidos después, me parece aventurado hablar de partido de vida o muerte. Sabemos que es importante y así nos lo tomamos, tenemos que ir con todo«. Sin hablar de final, sí habló de sensación de punto de inflexión: «Un triunfo reafirmaría todo lo bueno del miércoles, que la gente vea las cosas con optimismo, que la afición crea y levante la cabeza… pensar en otras metas. No conseguirlo sería volver a los inicios, eso les he explicado a los jugadores».
Mel aseguró que sabe lo que se encontrará en el equipo asturiano: «El Sporting es un viejo conocido. Es un equipo joven, rápido, que las transiciones las hacen muy rápido y tenemos que tener cuidado con eso. Han fichado bien, con jugadores que saben lo que quieren en Primera División. El cambio de entrenador se ve con el tiempo, pero Rubi les está dando lo que quiere. Ha mejorado en algunas facetas y tiene jugadores como Burgui, que rompe muy bien a la espalda de la defensa».
Para el nuevo entrenador del Dépor, en el partido de mañana será importante controlar las emociones y no verse superado por el escenario: «A jugadores que llevan tantos partidos en Primera está de más advertirles sobre el estadio rival. Saben que tienen un partido importante, pero también lo será lo del miércoles contra el Betis. Un futbolista al que le asuste el ambiente no puede ser un gran profesional, tiene que aislarse cuando entra al campo».