Alfonso Serrano, nuevo secretario técnico del Deportivo, conoce a la perfección las cualidades de Carlos Abad y no ha querido desaprovechar la oportunidad que se le presentaba. Con sus 1’93 metros es un portero espigado que va bien por alto, aunque su envergadura no le impide ser un portero ágil. Todo lo contrario, va abajo con facilidad y dispone de grandes reflejos. Domina el uno contra uno y no comete muchos errores con el balón en los pies, aunque no tiene la salida de balón de los cancerberos del fútbol moderno. En ocasiones, peca de no blocar el balón, pero la experiencia y el protagonismo obtenido en sus cesiones le ha hecho mejorar muchas facetas de su juego. También en esa. No suele cometer excesivos errores, en cambio, se muestra como un portero que gana puntos.
A sus 25 años, Carlos Abad abandona el equipo de su tierra de manera definitiva para una ilusionante aventura en el titán del fútbol de bronce. El Deportivo consigue firmar a un guardameta que en las últimas temporadas ha tenido que buscar minutos lejos de Tenerife, a pesar de las grandes actuaciones que ha desarrollado en los diferentes clubes en los que ha estado cedido. La promoción del hijo de Zidane, Luca, lo privó de mayor protagonismo en el Real Madrid Castilla, cerrándole la puerta tras dos grandes campañas en el filial blanco siendo titular. En Córdoba fue ganando protagonismo y mantuvo con vida durante muchas jornadas al conjunto andaluz en LaLiga SmartBank con espectaculares paradas y en Grecia, en las filas del AO Xanthi dejó buena muestra de sus cualidades.
Carlos Abad, con la puerta cerrada en casa y la necesidad de crecer
Si bien es cierto, su desvinculación con el Tenerife llega tras pocas oportunidades con la camiseta tinerfeñista. Actuaciones, sin embargo, que sí convencieron a una afición que no deseaba su marcha y confiaba en que fuese su cancerbero del presente y futuro. Juan Carlos Cordero, director deportivo del Tenerife, le recomendó que aceptase alguna de las ofertas que disponía, al entender que Adriá Ortolá, guardameta titular, y Dani Hernández, uno de los capitanes, le privarían de minutos.
Carlos Abad aterriza en A Coruña con mucha ilusión, sabedor de que el paso por la 2ªB en las filas del Dépor debería ser una cosa puntual. El fútbol profesional les espera y el portero tinerfeño quiere dejar su sello y ayudar a un histórico del fútbol nacional en horas bajas.
*Fernando Palarea, autor del perfil de este Carlos Abad, es un periodista de Tenerife, fundador del portal El Dorsal