Pocos jugadores, haciendo tan poco sobre el césped, han despertado tanto cariño en la afición del Deportivo como Stipe Pletikosa. El meta croata apenas estuvo seis meses en A Coruña y su hoja de servicio se remite a dos encuentros, pero su comportamiento y profesionalidad no pasaron inadvertidos ni en la grada ni en el vestuario. Sólo así se explica la despedida que le brindó Riazor, de la que hoy se cumplen 4 años y de la que, como se puede ver en su Instagram, no se olvidará nunca: «Acabar tu carrera con esa emoción te hace sentir en paz».
En una conversación con los aficionados, Pletikosa recuerda ese último partido con la camiseta del Dépor, el que cerraba la temporada 2015-2016 ante el Madrid y el que suponía su retirada: «Fue algo que me llenó como jugador y como persona. Fue mi primer y último partido en Riazor. Pero cuando escuchas, durante toda la segunda parte, al estadio lleno cantando ‘Pleti, quédate, Pleti, quédate’… En el momento no sabía qué significaba, pero me lo dijeron tras el encuentro. Cuando juegas tu último partido, cuando acabas tu carrera con esa emoción, te sientes en paz».
Pletikosa y el detalle de sus ‘compañeros’ madridistas
En esa misma charla, Pletikosa revela también una curiosa anécdota y el buen trato que varios jugadores del Madrid tuvieron con sus hijos. El meta se acercó al vestuario blanco para saludar a varios compatriotas como Modric o Kovacic, a los que conocía de jugar con Croacia, y también a Bale, con el que coincidió en el Tottenham. En esos momentos estaba Florentino Pérez, que también felicitó al portero deportivista antes de pedirle a los jugadores que le regalasen sus camisetas a los hijos de Pletikosa.