Manuel Pablo García pidió el cambio mediada la segunda parte en el Vicente Calderón por un pinchazo en el bíceps femoral y las pruebas han determinado una lesión de grado 2. Pasará más de un mes de baja y lo más probable es que se pierda lo que resta de temporada. Era su primer partido de titular en lo que llevamos de Liga y parece haber sido el último. Los plazos marcan que podría volver en la jornada 36 ante el Getafe aunque viendo lo que ha contado este curso no se le espera más que para unos aplausos ante el Real Madrid en la última jornada si el equipo ya está salvado. Y esperemos que así sea. Pero mientras, este prematuro homenaje.
Después de 18 temporadas en el Dépor, todo apunta a que el lateral de Bañaderos colgará las botas al finalizar esta campaña. Vino en el verano del 98 como acompañante del fichaje estrella ‘Turu’ Flores, pero acabó siendo una de las incorporaciones más productivas del club herculino en las últimas dos décadas.
Ni recuerdo la primera vez que vi a Manuel Pablo con la camiseta del Deportivo. Las bases de datos dicen que su debut oficial con la blanquiazul llegó un 28 de octubre de 1998 contra el Jerez de los Caballeros en Copa del Rey. Han pasado tantos años que incluso revisando aquel partido me encontré en el once titular del Dépor a un jugador que ni siquiera recuerdo. Un tal Javi López, catalán, que venía del Racing de Santander y que había hecho carrera en las categorías inferiores del Real Madrid. Compruebo que era defensa y que solo jugó 11 minutos en esa Liga, la única como deportivista, pero aquel partido se situó como volante izquierdo. Esos experimentos de Irureta, aquellos maravillosos años.
Primer once del Dépor con Manuel Pablo: Songo’o; Manuel Pablo, Ramis, Schurrer, Bonnissel; Scaloni, Donato, Hadji, Javi López; Pauleta y Bassir.
Ese día el Dépor ganó 1-3 gracias a los goles de Bassir, Hadji y Donato. Seguro que nuestro Fayçal Fajr vio con 10 añitos, sentado en el salón de su casa de Rouen, en la Alta Normandía, los resúmenes de la televisión francesa con los goles de sus compatriotas. Y mientras soñaba con jugar en ese equipo con rayas blancas y azules observó a un menudo lateral corriendo la banda derecha de arriba abajo. De repente se imaginó jugando con ese chico que se esforzaba al máximo en que su contrincante más cercano se encontrase incómodo. Desconocía que 18 años después compartiría once con él. Incluso misma banda.
Esa primera temporada el canario se fue acondicionando al nivel de la plantilla y a las exigencias de un club con objetivos mayores. Compartió titularidades en el costado diestro del equipo con Armando Álvarez, aquel español nacido en Francia que después dejaría la plantilla destino Mallorca, y con Lionel Scaloni. La siguiente se ganó la confianza de Irureta y no perdió su puesto hasta la fatídica lesión ante el Celta de Vigo. Habían pasado dos años y se había hecho con la banda derecha del Deportivo y también con la de la selección española. Era, sin duda, uno de los mejores carrileros derechos de Europa: hasta Lendoiro llegó a rechazar una importante oferta del Real Madrid.
Del que sí me acordaré es del último encuentro de Manuel Pablo, si finalmente no hay sorpresas a final de temporada. Dije que había hecho un dignísimo partido en el Vicente Calderón y la somanta de palos que me cayó por Twitter fue descomunal. Críticas hacia mi comentario -que seguro que me lo gané- y especialmente hacia el capi. No creo que merezca tal animadversión.
Seguir esta temporada no fue una decisión únicamente propia: tanto cuerpo técnico como dirección deportiva lo aprobaron. Con 40 años en su DNI, se vistió el mono de trabajo porque su míster lo necesitaba: no quería que el apercibido Navarro tuviese minutos por si recibía una tarjeta que le impidiese estar contra el Levante. Y el capitán dio la cara contra el segundo clasificado de la Liga durante una hora. Tenía mucho más que perder que de ganar.
Por eso y por mucho más creo que el deportivismo debería estarle agradecido. Por sus 482 partidos -entre todas las competiciones- con la camiseta blanquiazul. Por los servicios prestados en los cuatro títulos en los que ha estado presente, por su papel en las cinco participaciones consecutivas en Champions o por revertir los dos descensos con dos ascensos. Por su pase a Makaay el día de la Liga.
Nota: Si Javi López lee este artículo, que me perdone. Ahora ya sé quién es y difícilmente me olvidaré.
NADIE LE IGUALA EN TEMPORADAS EN EL MISMO CLUB
Tras su amigo Juan Carlos Valerón, Manuel Pablo es el jugador más veterano de la Liga BBVA. Y de los cerca de 450 jugadores de toda Primera División (y seguramente también en Segunda y en otras ligas, aunque es más complejo de documentar), ninguno lleva tantas temporadas como el de Bañaderos en el mismo club. Carlos Gurpegui y Andrés Iniesta acompañan al lateral en este particular ránking.
JUGADORES CON MÁS TEMPORADAS EN CADA CLUB:
Barcelona. Andrés Iniesta: 14
Real Madrid. Sergio Ramos: 11
Atlético de Madrid. Gabi: 5 consecutivas, 8 en total
Valencia. Dani Parejo: 5
Sevilla. Reyes: 5 consecutivas, 10 en total
Villarreal. Bruno Soriano: 10
Athletic Club. Carlos Gurpegui: 15
Celta. Hugo Mallo: 7 // Iago Aspas: 1 consecutiva, 7 en total
Málaga. Weligton: 9 // Duda: 8 consecutivas, 12 en total
Espanyol. Javi López: 7
Rayo Vallecano. Roberto Trashorras: 5
Real Sociedad. Xabi Prieto: 13
Levante. Juanfran: 7 consecutivas, 11 en total
Getafe. Alexis Ruano: 5 consecutivas, 6 en total // Pedro León: 5 consecutivas, 6 en total
DEPORTIVO. MANUEL PABLO: 18
Granada. Diego Mainz: 7
Eibar. Xabi Irureta: 9
Betis. Rubén Castro: 6 // Jorge Molina: 6 // Joaquín: 1 consecutiva, 7 en total
Sporting de Gijón. Lora: 9
UD Las Palmas. David García: 13