El mediocentro coruñés, clave en los dos últimos ascenso, acumula ya cuatro suplencias consecutivas y ha vuelto a perder protagonismo en la máxima categoría, al igual que hace dos temporadas.
Es uno de los futbolistas más queridos por la afición blanquiazul, prácticamente el único al que Riazor dedica una canción de vez en cuando y desde hace un año el cuarto capitán de la plantilla y uno de los grandes líderes del vestuario, pero para Álex Bergantiños la vida en Segunda parece más bonita que en Primera. Como ya le pasara hace dos temporadas, primero de la mano de Oltra y después de la de Fernando Vázquez, el canterano se ha visto relegado al banquillo en las últimas semanas y acumula su cuarta suplencia consecutiva, algo que nunca le había ocurrido en la Liga Adelante.
Tras capitanear al mejor Fabril de la última década, con el que llegó a jugar playoff de ascenso a Segunda División, el de la Sagrada Familia inició un periplo de cesiones que le llevó por Jerez de la Frontera, Granada y Tarragona hasta que por fin pudo disponer de una oportunidad en la primera plantilla blanquiazul. A sus 26 años y de la mano de José Luis Oltra, se convirtió en pieza clave en la medular y fue titular en 41 partidos de un Deportivo que ascendió con el récord de puntos bajo el brazo. Ya en Primera, el fichaje de Abel Aguilar le envió al banquillo las cinco primeras jornadas y, pese a recuperar protagonismo y formar parte del once durante una vuelta entera, la llegada de Fernando Vázquez volvió a relegarle a la suplencia al apostar el de Castrofeito por el internacional colombiano y Juan Domínguez para el doble pivote.
Tras un nuevo descenso, la pareja Álex-Juan volvió a tomar las riendas del conjunto coruñés en una de las situaciones más críticas de la historia del club a nivel institucional y el rubio volvió a ser indiscutible y trascendental para conseguir otro ascenso. Sin embargo, Bergantiños parece tener aún la asignatura pendiente de ser capaz de asentarse en un Dépor que coseche resultados en la máxima categoría. Pese a ser titular de la jornada 3 a la 8 y firmar en alguna de ellas una gran actuación, Víctor Fernández decidió dar la oportunidad a Cezary Wilk ante el Valencia y el polaco ha respondido de tal manera que a día de hoy parece uno de los intocables para el técnico aragonés.