Porque hay lugares que visitan por sus monumentos, por sus museos, por su historia, pero hay otros donde aparte de todo esto y los vestigios de seis civilizaciones, se va a ello para vivirlos. Y el emblema de todos ellos es Sevilla. Cada vez que le hablen de ella no solo le hablarán de la Giralda, la Maestranza, los Reales Alcázares, también le hablarán de la fiesta, de la siesta, la sangría o el gazpacho; de sus gentes, de su gracejo y su gracia. Es una ciudad para pasearla y sobre todo para vivirla.
Cuando se habla de la capital hispalense se piensa en una ciudad actual, pero su historia se pierde en lo desconocido y hasta tres mil años habría que remontarse para descubrir sus orígenes.
Les dará la sensación de estar en una ciudad pequeña, como un pueblo donde todos se conocen, pero en la actualidad cuenta con más de setecientos mil habitantes siendo la cuarta ciudad más poblada de España, y con el casco antiguo más extenso del país. Y es que es una ciudad que rezuma cordialidad en sus calles y sus habitantes, donde no se sentirá extraño, donde siempre tendrá motivos para volver y uno de ellos, poderoso sin duda, será el cariño que dejará y con el que le recibirán a su regreso. Sevilla es turismo y hay mucho que hacer y mucho que descubrir. Pero sobre todo hay que venir, tienen que visitarla y un fin de semana es suficiente para enamorarse de ella. Siempre encontrarán algún motivo para volver y tiempo de una escapada que realizar.
Vayan y encuentren el suyo, pero si quieren algunos como excusa para ir, visiten Expedia España y descubrirán que hay muchos más que no les contaron.
Vayan, visítenla, vívanla y a su regreso, serán ustedes quienes lo cuenten.