Alfonso Núñez desgrana en su columna semanal la esperanzadora y precipitada irrupción de Juan Emmanuel Culio en la plantilla del Deportivo.
La irrupción de Culio en Riazor resultó sencillamente prometedora. En apenas 15 minutos, el argentino puso dos balones de gol y llamó la atención de una afición necesitada de nuevos ídolos. Los pocos que acudimos a Riazor en ese amistoso semiclandestino salimos convencidos de que habíamos presenciado el nacimiento de un jugador clave para la temporada. Estoy seguro de que ese primer día, Culio abandonó el estadio con la idea clara de ser el jugador más determinante de la plantilla. Y todos nos precipitamos; todos cometimos un error.
El primer fallo lo achaco a los que, como yo, elevamos al argentino a la categoría de crack sin tiempo suficiente para profundizar en sus cualidades y características. En nuestra defensa, he de decir que la situación deportiva que rodea al Dépor actual invita a un falso optimismo a las primeras de cambio. El segundo error viene del propio futbolista, que se vio, quizás demasiado pronto, con la responsabilidad de ser el «jefe» de este conjunto.
Las actuaciones ligueras de Culio han decepcionado. El albiceleste no logra ser importante en un equipo en el que su calidad debería destacar de manera notable. Su carácter dentro del campo tampoco ayuda. La antigua versión de jugador canchero ha derivado en protestas continuas cada vez que pierde el balón. Es cierto que su expulsión en Las Palmas fue injusta, pero el argentino debe canalizar ese carácter en beneficio del equipo.
Perdido en la mediapunta y sin un tono físico adecuado para cumplir en banda, Culio debe exigirse mucho más a sí mismo. No puedo dudar de su valía, pero si es importante que reflexione y desde el banquillo le lleguen las indicaciones necesarias para que todos salgan beneficiados.
Ojalá ese punto de inflexión llegue pronto para un futbolista de su nivel, que intenta en el Dépor recuperar un nombre dentro del panorama futbolístico europeo. El crecimiento de Culio será el crecimiento del Dépor.