La sequía de Quique González es uno de los motivos por los que el Deportivo ha bajado su ritmo de puntuación en los últimos dos meses. Al delantero le está costando ver portería, pero él no se altera: «Estoy muy tranquilo. Cuando marcaba no me volvía loco, seguía trabajando. Ahora no estoy marcando y sigo tranquilo, trabajando igual, más si cabe. Con la cabeza fría. Hay que mantener el equilibrio cuando las cosas salen y cuando no salen, también. Sé cómo funciona esto».
El pucelano no encuentra un motivo concreto a su falta de acierto: «Muchas veces uno no sabe el porqué, pero lo importante es tener esas ocasiones. A veces rematas perfectamente y te hacen una parada o no entra, y otras rematas mal o como no quieres y marcas. Es fútbol. Si no pasaran estas cosas sería muy fácil. Creo que le estáis dando demasiadas vueltas. Sé lo que hago en el día a día, llevo muchos partidos, he vivido circunstancias así y cualquier delantero te dirá lo mismo. El que más me va a ayudar soy yo mismo. Como me conozco, sé que voy a responder».
Ante el Tenerife volvió a la banda y asegura que estuvo a gusto: «Me encontré cómodo, el entrenador decide dónde ponerte. Puedes ser delantero, pero él decide, las excusas no valen para nada, conmigo no van. Yo encantado de jugar en banda, no pensé en otra cosa que hacerlo lo mejor posible y ayudar«.
Precisamente pegado a la cal fue donde lo colocó todo el año pasado Diego Martínez, técnico del Granada, del que guarda gran recuerdo: «Tiene buenos jugadores y un buen entrenador, al que conozco del año pasado. Tengo buena relación con él y todo lo que le pase bueno me alegraré. Le ha costado mucho llegar a donde está«. Eso sí, Quique sólo piensa en ganar: «A priori no era un equipo que pudieras pensar que estaría ahí, pero lo que sirven son los hechos. Le ponen mucha intensidad e ilusión, ganas no les van a faltar. Tienen a la afición con ellos a tope y será importante ser eficaces en las áreas«.