Quique González regresa este sábado a Pamplona después de una temporada pasada en la que tuvo mucho protagonismo, pero en la que los números no fueron los esperados: «Es especial. Fue un año intenso y muy bonito. Tuve la suerte de jugar todos los partidos y estuve muy a gusto. El nivel goleador no fue el que quería, pero allí valoran más que eso. Estoy agradecido por el trato recibido y la pena fue que no pudimos ascender«.
El delantero espera que el cambio de entrenador muestre un nuevo Deportivo. Sobre todo uno más suelto: «Lo primero es tener la libertad, la alegría para jugar al fútbol. Tenemos que disfrutar de lo que hacemos. Cuando uno está feliz las cosas salen mejor. Luego está la idea y los automatismos, pero hay cosas innegociables como el trabajo, la intensidad y el competir».
También habló de su amigo Carlos, que todo hace indicar que sufre una nueva lesión, y cómo puede afectarle a nivel anímico: «Es un caso raro, no sabemos los porqués. Pero para la edad que tiene es muy maduro y en lo que piensa es en recuperarse una vez más y volver lo mejor posible. Es normal que le des vueltas a la lesiones y recaídas, pero sabe diferenciar entre comerse la cabeza y darle vueltas en su justa medida«.
Quique tiene muy claro lo que le espera al conjunto blanquiazul en El Sadar: «Osasuna es muy intenso ante su gente, con la afición apoyando al máximo. Aprietan mucho al equipo contrario y están haciendo muy buen fútbol. Llegan en una dinámica buena y tienen grandes jugadores, no me extraña la posición en la que están. Se tiene que ver a un Dépor que vaya a por el partido. En lo único que pensamos es en asimilar las ideas y ganar».