El fútbol regresará a Riazor este sábado (18:00 horas, Movistar Partidazo) y lo hará con la visita de un clásico como Osasuna. Después de un titubeante arranque de temporada los rojillos atraviesan un gran momento de forma que les ha llevado a enlazar tres victorias consecutivas, una racha que intentarán prolongar en un partido que, a buen seguro, será muy especial para dos futbolistas como Quique González y Rubén Martínez.
El destino quiso que el pasado verano ambos intercambiasen equipos tras completar una de sus peores temporadas como profesional. Así las cosas, Quique González puso rumbo a A Coruña después de haber participado en los 42 partidos de liga disputados por Osasuna y anotar tan solo 4 goles. Unos registros muy pobres para un delantero que había llegado a Pamplona con el cartel de goleador ganado a pulso tras dos brillantes años en las filas del Almería.
En el caso de Rubén la temporada pasada resultó un auténtico tormento para él. El gallego arrancó el curso como titular, pero tan solo dos jornadas después una fractura en el pulgar de su mano derecha se interpuso en su camino. Ese contratiempo fue el pistoletazo de salida para un año en el que el esperpento se apoderó de la portería herculina. Dentro del carrusel de cambios vividos en su posición el de Coristanco fue el arquero más empleado. Disputó un total de 28 encuentros en los que encajó 58 goles y acumuló un sinfín de errores. Un pobre bagaje individual que vino acompañado por el descenso del Deportivo.
La llegada de Carmelo del Pozo a la secretaría técnica del Deportivo marcó el futuro de ambos jugadores. Una de las primeras decisiones adoptadas por el segoviano fue la de llevar a cabo una remodelación completa en la portería. Ante esta situación Rubén optó por aceptar la propuesta de Osasuna. Allí se reencontró con un Quique González con el que ya había coincidido en el Almería durante la primera mitad de la temporada 2014-2015. Sin embargo, el reencuentro resultó efímero ya que pocos días después el conjunto herculino ejecutó la cláusula de rescisión del ariete pucelano y este puso rumbo a A Coruña.
Transcurrido el primer tercio de la temporada el rendimiento de ambos futbolistas está resultando de lo más satisfactorio. El punta blanquiazul se ha encargado de disipar las dudas generadas por su fichaje a base de goles y un gran trabajo sobre el terreno de juego. Sus nueve dianas lo sitúan como uno los máximos realizadores de la categoría y le convierten en uno de los jugadores más determinantes de LaLiga 1|2|3.
El cambio de aires también ha resultado muy beneficioso para Rubén. El gallego se ha hecho con la titularidad y acumula doce apariciones ligueras en las que ha logrado mantener la portería a cero en tres ocasiones. Su rendimiento va a más con el paso de las jornadas y ha coincidido con el resurgir de su equipo en la clasificación.
El sábado Quique González y Rubén se verán de nuevo las caras sobre el césped de Riazor. Será el momento de que ambos midan fuerzas y refrenden una vez más que el intercambio llevado a cabo el pasado verano fue una decisión acertada.