Quique González sigue trabajando para intentar llegar al tramo decisivo de temporada y ayudar al equipo. El delantero lleva días trabajando con con los readaptadores físicos del club y este jueves saltó al césped de Abegondo cuando terminaba la sesión del resto de compañeros.
Quique realizó varios ejercicios de carrera continua a un ritmo importante y después trabajó diferentes acciones con balón siempre acompañado por un miembro de los servicios de readaptación del club. Antes de retirarse volvió a hacer varios sprints y su entrenamiento sobre el césped se alargó durante cerca de una hora. Todavía es pronto para saber si el vallisoletano podrá estar disponible para el partido de este sábado pero podría ser un recurso si el equipo lo necesitara.
El propio Álex Bergantiños reconocía en rueda de prensa que cada «jugador reacciona de una manera distinta ante una lesión como la de Quique. Sé que ha estado trabajando estos días con los fisios y ojalá podamos contar con él». El delantero se lesionó en el partido ante el Mallorca y su ausencia encendió todas las alarmas en el seno deportivista. El equipo acusó su baja ante el Elche y Martí decidió apostar por Borja Valle para la punta del ataque.
El Deportivo afronta esta última jornada pendiente de su máximo goleador y un fijo en los onces de Natxo González y José Luis Martí a lo largo de toda la temporada. Su evolución es favorable y en caso de llegar al playoff, Quique ayudará al equipo si no sufre ninguna recaída. El ariete es el único futbolista con problemas físicos de la plantilla más allá de Michael Krohn Dehli que lleva varios meses alejado de la dinámica de grupo y que el próximo 30 de junio dejará de ser futbolista de la primera plantilla del Deportivo.