El Eibar trabajó con ahínco durante el pasado mercado estival para configurar una plantilla que le permita mantener la categoría en su debut en Primera División.
Dos ascensos consecutivos. Gaizka Garitano tiene mucho que ver en el espectacular auge experimentado por el Eibar en los dos últimos años, pero no es el único. El conjunto guipuzcoano, además de haber logrado el milagro trabajando dentro de sus posibilidades económicas, se ha sometido a un pequeño lavado de cara en pos de alcanzar su meta de esta temporada: la permanencia en la Liga BBVA. Para ello, la entidad comandada por Álex Aranzábal desde la presidencia y Fran Garagarza en la secretaría técnica se ha movido con presteza en un mercado muy limitado, pero que, a priori, ha dejado buenos movimientos del equipo armero.
Se fue Jota Peleteiro, santo y seña del vigente campeón de Segunda División. El talentoso jugador de A Pobra do Caramiñal firmó por el Brentford de la Championship inglesa previo paso por el Celta de Vigo, con quien mantenía contrato hasta el año 2015. También dejaron Ipurúa Yuri Berchiche, José Luis Morales y Diego Rivas, futbolistas que, en mayor o menor medida, contribuyeron a que el humilde conjunto vasco alcanzase una meta muy alejada de las previsiones iniciales. Sin embargo, los huecos dejados por estos cuatro futbolistas fueron cubiertos mediante la puesta en práctica de una interesante fórmula que combina juventud, hambre y experiencia.
La renovación de Garitano fue la primera piedra del nuevo proyecto. Certificada el pasado 18 de junio, la continuidad del técnico vizcaíno dio paso a la incorporación de un total de doce jugadores, a las que se añadieron dos viejos conocidos: Dani García –que terminó contrato con la Real Sociedad en el mes de junio y firmó con el Eibar hasta 2016; y Raúl Navas –adquirido a coste cero por los txuri-urdin, que a su vez lo cedieron a los blaugranas para darle minutos en la máxima categoría-. Además, el conjunto eibarrés certificó también la prolongación de los contratos de dos pesos pesados del vestuario: Txema Añibarro y Mikel Arruabarrena.
Con todo, los movimientos de la directiva no terminaron ahí, ya que Garagarza –pretendido por el Valencia a inicios del verano- logró sumar a la causa del recién ascendido a una serie de jugadores con características diferentes, pero con un objetivo único: triunfar en Primera División. A futbolistas como Dani Nieto, Javi Lara y Saúl Berjón –que debutan en la categoría-, se han ido uniendo progresivamente nombres como Dídac Vilà –en busca de minutos tras varios años de lesiones-, Abraham –que trata de recuperar su mejor versión tras una mala temporada en Zaragoza- o Derek Boateng. A mayores, otros clásicos del fútbol español con ganas de reivindicarse como Ángel Rodríguez, Manu del Moral, Borja Ekiza y Jaime Jiménez, que aportarán su conocimiento de la división de honor a un grupo donde Dejan Lekic y Federico Piovaccari –que llega tras un buen año en el Steaua Bucarest rumano- ponen el acento extranjero.
Así, el combativo conjunto norteño buscará sorprender en su debut con las mismas armas que le llevaron a ser uno de los huesos de la división de plata: orden en todas sus líneas y optimización total de las oportunidades ante el marco contrario. La Real Sociedad fue su primera víctima, con un gol antológico de Javi Lara que otorgó el derbi provincial a los anfitriones. Ahora, a falta de tres días, el Eibar buscará repetir la hazaña en Ipurúa ante el Deportivo.