Varios son los motivos que explican el mal momento que atraviesa el Deportivo en Riazor. Uno de ellos es el balance defensivo. El equipo coruñés es el tercero que menos goles encaja en la Liga 123, solo superado por Granada y Málaga. Sin embargo, en las últimas fechas, los hombres de Natxo González han empeorado sus números en casa. Hasta la jornada 26 solo habían recibido cinco goles en Riazor, mientras que en las últimas 3 jornadas, entre Nàstic, Alcorcón y Las Palmas ya han marcado cuatro.
Una de las claves de este Dépor en 2018 era el fortín de Riazor. Nadie había sido capaz de superar al equipo herculino en casa. En parte, por su seguridad defensiva. En parte, por su acierto de cara al gol. Muy fiables, los de Natxo González solían verse superiores a sus rivales. Sin embargo, con la entrada del nuevo año, esto cambió. Y ante la UD Las Palmas llegó la primera derrota tras tres empates seguidos.
Si uno compara los números, en las 12 primeras jornadas como local, el Deportivo solo encajó 5 goles en contra. De los 12 rivales a los que se midió hasta la jornada 26, solo cuatro pudieron ver puerta. Uno fue el Granada (2-1), otro el Málaga (1-1), otro el Zaragoza (3-1) y, con dos tantos, el cuarto fue el Numancia (2-2). Cinco goles recibidos en 12 partidos que suponen una media como local de 0’42 goles encajados por partido.
Sin embargo, la tendencia ha cambiado. Y de la jornada 26 a la 29, en los tres partidos que el Deportivo disputó en Riazor, se cumplió una máxima: hubo goles rivales. Primero fue el Nástic (1-1), luego el Alcorcón (2-2), y por último la UD (0-1). En estos últimos tres enfrentamientos en casa, el Dépor promedió 1’33 goles encajados por partido. Un dato que deja a las claras otra de las variables a corregir. Si el Dépor quiere volver a acercarse a los puestos de ascenso directo, antes de nada, debe recuperar la fortaleza en Riazor. El viernes, ante el Almería, tendrá la primera oportunidad.