Domínguez se afianza en la sala de máquinas del Deportivo junto a Bergantiños. Borja, a pesar de no haber jugado todavía, se perfila como primer suplente. El gran damnificado, Jesús Vázquez.
Minuto 26 de partido en la Nueva Condomina. Empate a ceros entre Murcia y Deportivo. El árbitro balear Pedro Sureda Cuenca amonesta a Jesús Vázquez por parar una jugada rival cerca del círculo central. Esa amarilla significa para José Luis Oltra perder a uno de sus hombres de confianza para el derbi gallego contra el Celta del siguiente domingo. La acción del pivote onubense supone, a la postre, un punto de inflexión en el juego del Dépor.
Las opciones que se barajan durante la semana son varias, las hay atrevidas y más conservadoreas. Adelantar la posición de Zé Castro o David Rochela, retrasar unos metros al gran Juan Carlos Valerón, confiar en un Borja Fernández recién recuperado y en baja forma física; o por último, darle galones al canterano Juan Domínguez en un partido vital. Oltra, que lo duda -o por lo menos lo oculta- hasta el final, le da la alternativa al de Pontedeume junto a Álex Bergantiños.
El partido de Domínguez ante el Celta es impecable. Pausa y distribución de balón que le hacen complementarse perfectamente con la garra y el equilibrio de Bergantiños en el centro del campo. Desde entonces, no suelta la titularidad. Aunque en el Martínez Valero baja un punto ese nivel, contra el Almería vuelve a mostrar sus credenciales convirtiendo lo que para algunos era un debate en una anécdota. El centro del campo del Dépor habla, muchos años después, con acento gallego.
El siguiente en la lista es Borja
Otro gallego, Borja Fernández, parece posicionarse como el primer suplente para el puesto de pivote. A pesar de no haber debutado todavía con el Deportivo, esto se denota de los instintos de Oltra en los partidos, que prefiere que caliente en la banda y esté a punto para ingresar en la cancha antes que el hasta hace poco indiscutible Jesús Vázquez.