Nueva jornada de contrastes para los dos futbolistas cedidos por el Deportivo esta temporada, aunque en esta ocasión ambos disfrutaron de minutos. Pese a su titularidad, la cara amarga la vivió Álex Bergantiños con la goleada sufrida por el Sporting, mientras que la nota positiva la puso un Róber que volvió a disfrutar de minutos y se reencontró con la victoria.
El Levante da carpetazo a la crisis. (Las Palmas 0-2 Levante)
El Levante puso punto y final a su prolongado bache de resultado y lo hizo de la mejor forma posible, con una victoria convincente en el feudo de uno de sus rivales directos en la lucha por evitar el descenso y al que deja sumido en una grave situación, la UD Las Palmas. Los granotas acumulaban seis jornadas sin conocer la victoria y salieron al campo decididos a poner fin a esa mala racha de resultados apoyándose para ello en una gran solidez defensiva y transiciones rápidas, sus principales señas de identidad. Así fue como dispuso de las ocasiones más claras en un primer tiempo en el que no se movería el marcador. El segundo acto comenzó de la misma forma, pero cuando los canarios daba la impresión de ser quienes estaban más cerca de encontrar el camino del gol dos zarpazos de los granotas en menos de diez minutos dejaron el choque visto para sentencia. Al final, 0-2 para los de Juan Ramón López Muñíz que ponen tierra de por medio con los puestos de descenso y recuperan sus buenas sensaciones.
Tras dos partidos en el banquillo y el parón en la competición del pasado fin de semana Róber volvió a tener la oportunidad de demostrar su valía sobre el césped, aunque no tal y como era de prever. La baja por lesión del colombiano Jefferson Lerma lo convertía en principal candidato a ser de la partida y ocupar su lugar en la medular, algo que finalmente no ocurrió y que le hizo arrancar el choque en el banco de suplentes. Sin embargo nuevos problemas físicos, en este caso de Sergio Postigo, hicieron que el coruñés entrase al campo poco después de la vuelta de vestuarios. Ejerció de central diestro, su posición natural, y en la algo más de media hora de la que dispuso no acusó la inactividad de las últimas semanas. Bien posicionado y concentrado en todo momento, no dio ningún tipo de concesión a los atacantes canarios, una actuación más que correcta que le sirve para postularse como titular en las próximas jornadas.
El Molinón pierde la paciencia con su equipo. (Sporting 0-3 Cádiz)
El Sporting de Gijón ha entrado en crisis de juego y de resultados. Hasta el momento lo segundo estaba enmascarando lo primero, pero el aciago mes de noviembre que está llevando a cabo el conjunto asturiano ha sacado a relucir todas sus carencias y ha desatado la preocupación entre su afición. Por segunda jornada consecutiva los rojiblancos gozaban de la condición de locales, circunstancia que acabó volviéndose en su contra al poco del inicio. Las dudas que flotaban en el ambiente, el hecho de que Paco Herrera presentase un once sin ningún asturiano y el frío inicio de los gijoneses eran de por sí un peligroso caldo de cultivo para una afición que entró definitivamente en estado de agitación con el primer gol del Cádiz mediado el primer tiempo. La bronca con la que finalizaron los primeros 45 minutos fue solo un anticipo de lo que sucedería a la vuelta de vestuarios. Un nuevo tanto de los andaluces a la hora de juego dejó visto para sentencia el choque, y el gol de un exrojiblanco y siempre polémico Barral al filo del pitido final fue la puntilla (0-3) para un equipo que transmitió muy malas sensaciones y que fue despedido por su afición con una sonora pitada.
La baja de Sergio Álvarez, su socio en la medular, no solo obliga a Álex Bergantiños a asumir galones sobre el césped, sino que incluso propició un cambio de sistema. Paco Herrera optó por un 4-3-3 al que sus jugadores no supieron adaptarse y que trajo consigo muchos desajustes, y uno de los que más lo acusó fue el coruñés. Su buen posicionamiento y su más que loable espíritu de sacrificio no fueron suficientes para tapar los múltiples desequilibrios vistos en su equipo. Esa falta de consistencia en defensa tuvo su continuidad en ataque, con una más que evidente ausencia de ideas en la elaboración de juego, faceta en la que el de La Sagrada Familia careció de apoyos. En resumen, y aún sin cometer errores de consideración, partido más que discreto el del excapitán blanquiazul en línea con lo ofrecido por el resto del equipo.