‘Roy Makaay, te quiero’. Ese cántico se escuchó en innumerables tardes en Riazor. De hecho, a día de hoy, todavía resuenan en la que fue la casa del holandés errante. Un delantero que llegó desde el Tenerife y que en su primer partido ya se ganó al respetable. Pocos podrán olvidar su gran conexión con Juan Carlos Valerón y sus galopadas que casi siempre terminaban en gol.
Corría el 22 de agosto de 1999. Ese día se presentaba Roy Makaay en partido oficial con el Deportivo, lo hacía además en Riazor. Empezó perdiendo el Deportivo, ya que Morales logró colar el balón por toda la escuadra de la portería defendida por Jacques Songo’o. Pero no bajó los brazos el equipo herculino. Y mucho menos el delantero holandés.
Tres minutos, dos goles. Roy Makaay aprovechó una gran asistencia de Víctor Sánchez del Amo para hacer el siguiente. Pocos minutos después, Djalminha le daba la vuelta al marcador. Tras el descanso, un centro desde la izquierda lo aprovecharía el 7 para de cabeza poner el tercero en el electrónico y el segundo en su cuenta particular. El último, como a él le gustaba. Balón largo, carrera y picársela por encima a portero.
Decía Borja Ponte, en un fantástico artículo en el que desgranaba la carrera de Makaay en cinco instantes, lo siguiente:
‘Makaay’ es una película del oeste. Cuenta la historia del vaquero más temido. El que conquistó lo que nadie había conquistado. Aquel que siempre está dónde debe. Ese que desenfunda al instante. Al que le sobra una bala.
Ese mismo año, el Deportivo se proclamó campeón de Liga.
Carta de presentación de Makaay ✉️👇
22 de agosto de 1999 🔙
Debut con el @RCDeportivo 💙
Hat-trick ⚽️⚽️⚽️#LaLigaHistory pic.twitter.com/T2DngSPgur— LaLiga (@LaLiga) August 22, 2017