Rubén Coméndez, entrenador del Juvenil A, espera que Riazor les apoye el domingo a las 12:00 horas para darle la vuelta al marcador y conseguir el pase a las semifinales de la Copa del Rey. A los herculinos les basta con un 1-0 para conseguir clasificarse. Alfonso Núñez habló con él en los días previos a importante partido.
¿Cómo afronta el equipo la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey delante del Sevilla?
Pues la verdad es que muy bien. Afrontamos el partido con muchas ganas y con confianza. Sabemos que una victoria por uno cero nos clasifica y esperemos que el equipo responda como lo hizo en los dos partidos ante Osasuna y la primera parte del otro día. Fue una pena perder en el minuto noventa porque el empate a uno habría sido un resultado importante, pero ese gol nuestro nos da esperanzas para superar la eliminatoria.
¿Qué te pareció el partido de ida?
La verdad es que empezamos muy bien. Hicimos una buena presión y jugamos lejos de nuestro campo. Quizás el gol que metimos hizo que temiéramos por lo que teníamos en las manos en ese momento y a partir de ahí, concedimos demasiados metros a un equipo que tiene jugadores tan importantes como Jose Lara, campeón con la sub 17. Ellos metieron gol en momentos claves y ahí concedimos mucho.
Pero se puede decir que es un Dépor que viene de menos a más.
Sin duda. Llegamos en el mejor momento de la temporada porque la mayoría de jugadores son juveniles de segundo año en una categoría muy difícil para ellos. Quizás no estaban acostumbrados a tanta intensidad pero la segunda vuelta ha sido prácticamente perfecta. Llegamos en un gran momento después de eliminar a un gran equipo como Osasuna y ahora tenemos enfrente un rival que esta temporada participó en la Youth League.
Y en un escenario espectacular como es Riazor.
Desde luego. Esta semana hemos tenido que calmar un poco a los jugadores para quitarles el posible miedo o ansiedad que puedan tener por jugar en Riazor. Solo el hecho de entrenar aquí, ver las gradas, los vestuarios, es algo muy nuevo para ellos e impone. Ojalá estén tranquilos el domingo y hagan un gran partido.
Por eso es importante animar a la gente para que acuda.
Por supuesto. Ayer le decía a los jugadores que debe ser la primera vez en la historia que un juvenil entrena en Riazor así que todos sabemos la importancia que tiene. Ellos son conscientes de lo que puede ser ver unas gradas con gente y el aliento de la afición para que salgan seguros y confiados al terreno de juego. Ojalá tengamos un gran ambiente y demuestren el fútbol que tienen dentro.
¿Dónde puede estar la clave del partido?
Creo que la clave puede ser parar a sus extremos. Como te decía anteriormente, Lara nos hizo mucho daño en la ida. Tienen jugadores de calidad pero que sufren sin balón. Lo importante es que nosotros seamos fieles a nuestro estilo y eso pasa por ser dueños de la pelota e imprimir un ritmo alto al principio para que sepan que van a sufrir aquí y les va a costar entrar en contacto con la pelota.
¿Qué punto fuerte tiene este Juvenil A del Dépor?
Es un equipo que se ha caracterizado por hacer un buen juego. Es una plantilla con muy buenos futbolistas y unos jugadores con un talento increíble. En general es un equipo que ha practicado un fútbol vistoso, dinámico, con pocos toques y llegando fácil a portería rival.
Háblanos de Mujaid que ya ha entrenado con el primer equipo.
Es un chico que empezó la pretemporada con el Juvenil B del Dépor pero la grave lesión de Parga en la primera jornada nos obligó a tirar de él. Demostró que tenía condiciones para estar aquí y así lo ha demostrado todo el año. Es un chico normal, humilde y trabajador como casi todos los de la plantilla. Hablamos de jugadores con hambre, humildes y ganas de conseguir cosas importantes.
Has estado muy cerca del Fabril esta temporada. ¿Cómo viviste el ascenso del otro día?
El ascenso del Fabril era muy importante para el club. Llevábamos varios años detrás y por fin se pudo conseguir. El club necesitaba al filial en Segunda B porque la distancia con respecto al primer equipo era muy grande y si queremos contar con jugadores de la cantera en el primer equipo, el ascenso era básico.
¿Cómo vives esta etapa en el Dépor a nivel personal?
Pues la verdad es que estoy muy a gusto. Llegué el año pasado y cogí a este grupo dentro del Juvenil B. El equipo es muy parecido al del año pasado en el que fuimos campeones en Liga Nacional y estoy encantado con ellos. Es cierto que tuvimos un inicio duro por el cambio de categoría pero hemos madurado y el equipo tiene ahora mismo un gran nivel. Tanto Fran Varela como yo intentamos darles toda la ayuda que requieren a la hora de desarrollarse como futbolistas.
¿Cómo ha cambiado el fútbol de cantera en el que Rubén Coméndez era jugador del Dépor B al de ahora?
Ha cambiado mucho. Yo estuve aquí cuando perdimos el ascenso a Segunda División delante del Córdoba en Riazor. Se nos escapó cuando más fácil lo teníamos. En aquella época la cantera era un tema complicado. Era la época del Super Dépor que había ganado la primera Copa del Rey y había futbolistas impresionantes. Es cierto que muchos de nosotros entrenamos con el primer equipo pero era muy difícil entrar. Algunos como Maikel, Aira, David o Padín tuvieron la suerte de debutar pero era complicado. Ahora entre la crisis y la demanda de la afición puede ser algo más factible que salgan canteranos.
¿Tu experiencia en el fútbol ayuda para intentar guiar a canteranos que cometan errores en estas edades?
Es como todo en la vida. Lo más difícil para un entrenador es lidiar con esas decisiones. Hay que saber exigir cuando hay que hacerlo y dar el cariño que necesitan estos chicos. Al final hablamos de gente de 17 años que todavía está en fase de madurez y ahí está lo difícil. Hay que saber conciliar todo ello y para nosotros también es un aprendizaje.
El mayor premio de un entrenador de cantera es ver a sus jugadores en el primer equipo. ¿Hay materia prima en este Juvenil?
Yo siempre les digo que calidad y talento tienen para llegar pero ahora tienen que ir incorporando muchas más cosas a su persona. Tienen que saber comportarse, ser ambiciosos y demostrar que realmente quieren ser jugadores y eso se logra entrenando, cuidándose y comportándose. Nosotros intentamos traspasar nuestra experiencia a ellos para que vayan incorporando todos esos conceptos. Sería un orgullo que llegaran varios de ellos al máximo nivel pero ahí ya depende de las ganas y el desarrollo de cada uno.
¿Qué llamamiento se le puede hacer a la afición de Riazor?
Pues que después de la salvación del primer equipo, el ascenso del Fabril, ahora llega la hora de que el Juvenil pueda meterse por segunda vez en su historia en unas semifinales de Copa del Rey. Sería muy importante que los chicos se vean arropados por la afición que será clave a la hora de intentar clasificarnos.