El partido de este sábado será especial para Rubén Martínez, exdeportivista que volverá por primera vez a la que fue su casa. Ahora en las filas de Osasuna, tratará en esta ocasión de frenar la buena racha del Deportivo en Riazor.
El guardameta de Coristanco llegó este verano libre a Pamplona tras finalizar su relación con el Deportivo, club en el que no pudo mostrar su mejor versión. A la pésima temporada que terminó con el descenso a la categoría de plata del fútbol español, se sumaron sus criticadas actuaciones bajo palos. Sus errores eclipsaron sus aciertos, alimentando todavía más la polémica en la portería. Si bien se trataba de la posición más cuestionada en el Deportivo, Rubén llegó a compartirla con cuatro compañeros más en una misma temporada.
El arquero gallego llegó a A Coruña en 2016 con una amplia trayectoria a sus espaldas, con el objetivo de rivalizar por un puesto con Germán Lux y Tyton. Sin embargo, en el mercado de invierno el club lo cedió al Anderlecht, equipo belga con el que ganó la liga. Participó además en la Europa League, brillando en Old Trafford contra el Manchester United.
En la temporada siguiente, Rubén regresó al Deportivo pero se lesionó a principios de curso. Una vez recuperado se hizo con las riendas de la portería, disputando un total de 28 partidos en una temporada en la que tanto él, como Pantilimon, Tyton, Francis y hasta Koval tuvieron minutos bajo palos.
A sus 34 años, Rubén fichó por el Osasuna dejando atrás la Primera División, categoría en la que debutó con el FC Barcelona de la mano de Frank Rijkaard. Tras crecer con Iniesta, Messi o Piqué, compartir vestuario con Ronaldinho e incluso levantar una Champions en París, Rubén deja atrás la máxima categoría del fútbol español tras haber pasado por equipos como Málaga, Rayo Vallecano, Almería, Levante y el propio Deportivo.
El propio Dani Giménez, actual guardameta titular del Deportivo, destacó en rueda de prensa que «Rubén es un buen portero. Compartimos un año en el Rayo en el que además le agradezco el trato, porque yo no estaba bien. Siempre fue un buen compañero y mantenemos el contacto. Lo que le pasó a él y a los otros porteros el año pasado no es algo normal. Ahora mismo no le afectará. Sé que está contento en Pamplona y será especial enfrentarse al equipo de su tierra”.
Rubén, que llegó al Deportivo manifestando que había cumplido un sueño, vuelve ahora a la que fue su casa para defender la portería de Osasuna. Un partido que sin duda desenterrará muchos recuerdos de una fatídica temporada como fue la anterior.