El Deportivo sigue mentalizándose para la final de este lunes ante el Mallorca, siendo conscientes de que un final feliz ya no está sólo en sus manos. Así lo explica Saúl, que mantiene la fe: «Es un partido trascendental, todos sabemos la importancia que tiene. Nos jugamos mucho. No dependemos de nosotros. Tenemos que ganar todo y aún así puede ser que no llegue. Pero yo creo que si ganamos los tres partidos nos llegará. Aunque hay otros equipos que también juegan».
El cántabro se une a la lista de jugadores blanquiazules que no han sabido explicar el bajón del equipo en los últimos meses: «Es difícil de asumir para todos. En la primera vuelta salía todo rodado. En esta segunda, no, por circunstancias que no sabrías cómo describir. No sabes si mental, si físico… pero estamos en esta situación y no queda otra que asumirlo. Hay que saber que hemos fallado en este tramo, que quedan tres partidos y que todavía creo que se puede hacer. Al final si ganas todo, te metes en playoff y subes dará igual si la segunda vuelta fue una porquería«.
Otra pregunta con difícil respuesta es la mala racha en Riazor: «No hemos conseguido los puntos que queríamos, a pesar de que en la primera vuelta éramos intratables. Pero el factor casa nos tiene que ayudar. La gente está con nosotros y nos anima, nos lleva en volandas. Que vean que luchamos por ellos. Yo espero un recibimiento bueno. Están nosotros, aunque es normal que estén disgustados. Todos teníamos expectativas altas».
Para terminar también habló de su situación personal. Sin referirse, eso sí, a su futuro y su fichaje por el Alavés: «Trabajo día a día para jugar. Hay partidos que el míster dirá que no juego y otros que sí. Pero trabajo para el colectivo. En este momento sería una falta de respeto para mis compañeros centrarse en temas personales. Hacia ellos y hacia todos los que estamos luchando por el objetivo».